Precio medio: Super Zumos Health, 8; mejillones de roca con cítricos y albahaca, 10; pulpo a la gallega, 14; Bikini Comerç 24, 8; Vermutet Xic, 6,50; crujiente de patata con salsa picante 4,30; Tapa Estrella, 1€.
Imprescindible: Súper zumo "depurativo" (con mango, melón, manzana y fresa) y Bikini Comerç 24 en mano, entender porqué Barcelona atrae a tanta gente.
Horario: De 9.00h a 22.30h todos los días.
Teléfono: 608 904 059
Según Cultibar
El chef catalán, al timón ahora de un grupo empresarial que suma cinco restaurantes en Barcelona (Comerç 24, Tapas 24, Bravo 24, Suculent y La Taverna del Suculent), además del próximo food truck de La Boquería (Yango Urban Food), pone su ingenio mediante tapas, ensaladas o bocadillos dados un "twist". Son mejillones de roca con cítricos, alitas de pollo con salsa coreana o hamburguesa king size con 150 gr. de carne de vacuno, huevo y mayonesa. Es cocina gourmet en la arena, donde también puedes degustar el Bikini Comerç 24, con jamón ibérico, mozzarella y trufa, un sandwich 100% Abellán que el chef creó en su primer restaurante pero que ahora se sirve en todos los establecimientos Abellán menos en el que se inventó.
Además, detalles que ensalzan "lo nuestro" como la posibilidad de demandar cualquier bebida en "porró", la carta especial de vermuts (con packs de anchoas, chips o berberechos) o el "hot-dog catalán", una butifarra catalana que viaja por el mundo recogiendo en sus variantes los sabores e ingredientes de diversos países.
Para acompañar, y partiendo directamente de barra propia con cocteleros profesionales, una lista infinita de zumos 100% naturales, de gintonics Premium y de cócteles bajo el sello Abellán. A algunos de ellos se les puede añadir Wheat Grass, ese germinado de trigo vitamínico y !potenciador sexual! Completando, la sangría de cava, un clásico de la Guingueta que el chef quiere reivindicar.
La experiencia Cultibar
Una pareja, una hamaca y su indecisión en cuanto a qué cóctel compartir. Atuendo post playa impecable y ganas de alargar el momento de indecisión para seguir diciéndole el uno al otro que le da igual cuál de ellos seleccionar. En otra tumbona, un vichy solitario con olor a mar mira al horizonte. Su única compañía es un periódico que ni tan siquiera tuvo que molestarse en ir a buscar. Bautizar aquel exquisito ritual como "La Guingueta" y no como "El Chiringuito" es clara demostración de respeto. La batalla conceptual está servida.
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