Cuando Antón Álvarez, C. Tangana, conoce a Yerai Cortés, queda fascinado por su talento e intrigado por su historia familiar. Yerai es una figura inusual en el flamenco, respetado tanto por la gitana más tradicionalista como por los artistas de vanguardia de la nueva ola a la que pertenece. Deciden emprender juntos un viaje para grabar un disco cuyas canciones están marcadas por una gran tristeza, donde el propio proceso artístico le enfrenta a su pasado y le impulsa a explorar un secreto familiar a través del cual intenta redimir su relación con sus padres. El resultado es una película que desarrolla una experiencia musical única para sumergirnos en una historia de pasión, amor y perdón.
A pesar de ello, C. Tangana, o Antón Álvarez, peca de ser un realizador novel en cuanto su dirección. La riqueza visual de la cinta, dejando de lado los momentos más oníricos y videocliperos, es algo escasa. La película se sostiene mucho en entrevistas, de las cuales gran parte han sido filmadas toscamente con cámara en mano incluso cuando los personajes están estáticos, sentados o descansando. Eso emana un grado de improvisación y poca planificación, como si hubiera habido una urgencia en la realización de dicho documental. Eso sí, cuando Álvarez decide retratar la música de los Cortés y sus amigos la realización se vuelve mucho más respetuosa, grácil y, sobre todo, bella, denotando el amor que el director siente por la cultura gitana y sus sonidos y melodías. Las secuencias musicales son una auténtica preciosidad y Álvarez sabe darle el respeto y el protagonismo a todos los músicos y bailarines que las componen. No necesita apoyarse en grandes construcciones artísticas (aunque sí que goza de un par, excelentes) para enfatizar la belleza del flamenco. Con el simple hecho de ir pasando la cámara por un círculo musical de participantes ya crea emoción dentro del canto y el rasgueo de la guitarra de Yerai. Quizás el hecho de tener cinco directores de fotografía ha resultado en la inconsistencia de un lenguaje visual único. Oriol Barcelona, Nauzet Gaspar, Àlvar Riu, Diego Trenas, Arnau Valls Colomer son directores de foto muy reputados dentro de la industria musical, el documental y la ficción, y la calidad visual de sus imágenes es excelsa, hablan por si solas, pero sí se nota que no mantienen un estilo único y se termina notando un poco el hecho de que sea una construcción visual a diez manos. A pesar de ello, donde más brilla la cinta, a parte de sonoramente, es en el montaje, donde han conseguido hacer del relato, aparentemente sencillo, una construcción misteriosa de un secreto que ha marcado una familia para siempre y la cinta crece a medida que se va desarrollando gracias al puzzle que Antón ha decido montar.El diseño de producción es curioso. La cinta se limita a mostrar la realidad, sin grandes construcciones, en los momentos de entrevistas, realizadas en las casas, los bares e incluso el cementerio que frecuentan nuestros protagonistas. Pero en cuanto a los momentos musicales, cada uno parece producido con más ímpetu que el anterior. Desde una gran construcción circular de miembros de una familia gitana rodeando a la cámara que los va capturando hasta la construcción mágica y colosal del videoclip de uno de los temas más importantes para Yerai Cortés, con actrices, grandes vestuarios y efectos especiales, siendo la gran culminación un homenaje a su madre. En ese sentido, los equipos de maquillaje, peluquería y vestuario han hecho un trabajo muy envidiable y, aunque su participación sea corta, destaca por su calidad y belleza.
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- ##check## Lo bueno
- La banda sonora de Yerai Cortés. Magnífica y emotiva.
El montaje levanta el relato y construye un misterio muy interesante.
El ritmo es bastante bueno y crece a medida que se desarrolla. - ##times## Lo malo
- El lenguaje visual es muy escaso, denotando la inexperiencia de su director.
Hay demasiados directores de fotografía, creando un pastiche que, aunque bello, sea algo extraño.
La forma de abrir el relato contrasta mucho con el mismo, aunque, por suerte, se queda solo en el inicio.
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- Ambientación 6.0
- Los montajes musicales son geniales, pero los otros escenarios son algo toscos.
- Desarrollo de Personajes 7.0
- Hay un crecimiento y aprendizaje, que comparten sus protagonistas, muy bonito.
- Argumento / Guion 7.0
- Un buen misterio que se va desarrollando poco a poco con mucho interés.
- Banda Sonora 9.0
- Las composiciones de Yerai Cortés deberían ser patrimonio de la Humanidad.
- Entretenimiento 7.0
- Empieza algo lenta, pero te va atrapando poco a poco.
- Montaje / Innovación técnica 7.5
- El montaje es magnífico, aunque el trabajo de cámara y la dirección son algo toscos.
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- Puntuación Total 7 / 10