Según publicó DIARIO DE CUBA citando a la oficial Prensa Latina, Marrero especificó que durante una primera etapa se licitarán los 24 bloques ubicados en el Golfo de México dentro de la llamada Zona Económica Exclusiva (ZEE).
En una intervención en la Segunda Conferencia de Energía, Petróleo y Gas, el funcionario agregó que en el futuro se incluirán los bloques en tierra y aquellos relacionados con los proyectos de incremento de la producción.
Hasta la fecha el Gobierno cubano tiene 79 bloques disponibles y nueve bajo contrato distribuidos en tierra, aguas someras y la ZEE.
Según el plan de las autoridades dirigido a la inversión extrajera, en el ámbito terrestre se podrá disponer de contratos de exploración y producción, de mejoramiento productivo y proyectos de petróleo no convencionales, mientras que para el caso de aguas profundas y someras existen las variantes de exploración y producción, y de servicios técnicos.
Marrero detalló igualmente que para las rondas licitatorias se establecieron reglas o bases en las que se incluyen las etapas del proceso, las formas en la que podrán participar los inversionistas y el contenido de las ofertas.
En la actualidad Cuba dispone de un estudio realizado por la compañía de servicios geofísicos BGP y contentivo de 26.880 kilómetros de datos 2D PSTM y PSDM disponibles, incluidos 21.000 en el sector cubano del Golfo de México.
El funcionario presentó como una "ventaja" de comerciar con la Isla que el Gobierno posee un personal calificado con más de 40 años experiencia en la exploración y explotación petrolera en tierra y acuerdos de delimitación de fronteras con México, Bahamas, EEUU y Haití.
Dijo que los inversores tienen a su favor "la experiencia acumulada de CUPET que posee más de 25 años de trabajo con compañías extranjeras y con infraestructuras para la exploración y la producción a lo largo de todo el país".
Expuso como un "atractivo financiero constatable" de La Habana que "el resultado para el inversionista o el grupo contratista es de un 65,5%.
A la Segunda Conferencia de Energía, Petróleo y Gas asisten más de una veintena de entidades extranjeras, entre las que destacan la canadiense Sherrit, la australiana Melbana y las chinas BGP y CNPC.
El sistema energético de Cuba depende casi en su totalidad del petróleo. El Gobierno ha dicho que quiere impulsar la migración hacia fuentes de energía limpia.
En la Isla se producen unos cuatro millones de toneladas de petróleo por año (cerca de 25 millones de barriles) y 1.100 millones de metros cúbicos de gas, según datos oficiales.
Esa producción de combustible no cubre toda la demanda interna y el Gobierno trata de reducir su dependencia energética del crudo subsidiado de Venezuela, un suministro que ha sufrido altibajos en los dos últimos años debido a la crisis económica en el país suramericano y la caída de los precios del petróleo.