La rehabilitación del Centro Histórico de La Habana Vieja acapara la atención de los participantes en la XXXI Feria Internacional de Turismo de Cuba (FITCUBA 2011), con sede en el Parque Histórico Militar Morro-Cabaña, a la entrada de la bahía habanera.
El Historiador de la Ciudad, Dr. Eusebio Leal Spengler, disertó sobre la experiencia de restauración integral del patrimonio cultural arquitectónico de la urbe, la cual adquiere un carácter sustentable y humanista, porque involucra y beneficia a los miembros de la comunidad. Mostró las imágenes de edificaciones deterioradas, que han sido convertidas en hoteles, museos, instituciones culturales, centros de salud
y atención social.
Leal se refirió a la reconstrucción de viviendas, hogares maternos, residencias de ancianos, la escuela para niños discapacitados y la de oficios, donde unos 600 jóvenes aprenden el arte de la restauración para mantener y ampliar lo hasta h
oy realizado.
Igualmente destacó el rescate de los Antiguos Almacenes San José donde actualmente se exponen y comercializan las obras de artesanos de las Isla, y de un ferrocarril que ofrecerá recorridos por la Alameda de Paula.
El Historiador habló también de la reconstrucción de la famosa Casa de las Tejas Verdes a la entrada de Miramar, del renacimiento del Museo Napoleónico, y de la creación de aulas con capacidad para 20 discípulos en este tipo de instalaciones para inculcarles el amor y respeto al patrimonio.
Leal Spengler comentó sobre los centros de hospedajes revividos que hoy acogen a turistas de todo el mundo, entre ellos los hoteles Santa Isabel, Conde de Villanueva, Palacio O’ Farrill, Raquel, Los Frailes, Telégrafo, Saratoga, y el recién inaugurado Marqués de San Felipe y Santiago de Bejucal, en la Plaza de San Francisco de Asís.
Además, también resaltó la reanimación de los bares, restaurantes y la red de tiendas existentes en el Centro Histórico, y enfatizó en la necesidad de rescatar las tradiciones culinarias de Cuba, como la elaboración de platos a base de maíz como las frituras, el majarete y el atole, cuya tendencia a desaparecer constituía un peligro.
Al concluir su intervención recalcó que el visitante necesita andar la ciudad para llegar a conocerla, y de ahí la importancia de esta labor, esencial para una Cuba amada y respetada a nivel internacional.