Por si no fuera suficiente el cúmulo de genocidios y atrocidades infringidos al pueblo por el bárbaro Idi Amín y sus aliados, una tenaz sequía asoló este lugar de Uganda. Se calcula que murieron de hambre más de 25000 personas, la mayoría niños. El mundo seguía su curso, ajeno a la terrible plaga que estaba acabando con la vida en Karamoja.Una de las fotos que más repercusión tuvo y que comenzó de alguna manera a alertar al resto del mundo sobre lo que aquí estaba sucediendo, fue la que tomó en abril de 1980 el fotógrafo inglés Mike Wells.Un misionero blanco da la mano a un pobre chico hambriento. Esta foto donde se sintetiza el drama ugandés le vale el premio a la mejor fotografía del año del World Press Photo.
Para saber más:Aquí lo cuentan muy bienla vida de Idi Amin fue recogida por el periodista Giles Foden en el libro El último rey de Escocia