Elena Robles, huérfana desde niña, regresa después de varios años de ausencia a La Dorada, el cortijo de la serranía de Ronda donde vivió su infancia, convertida en una rica heredera. En la fiesta del Gobernador, conoce a Diego de Casanueva, rico terrateniente y mujeriego empedernido, que queda hechizado por su carácter apasionado y sensual belleza, y que intentará conquistarla cueste lo que cueste. Días después, un inesperado encontronazo con el Marqués, misterioso bandolero del que nadie conoce su verdadera identidad, hará que surja en ella una pasión irreprimible y desconcertante.
Dividida entre su atracción por el bandido y su encendido deseo por Diego de Casanueva, Elena pronto se dará cuenta de que nadie es en realidad lo que parece. Además descubre que, tras su vuelta, se oculta un oscuro plan forjado con la única intención de despojarla del legado de su padre. Una trama que pone en peligro su propia vida, y a la que tendrá que hacer frente con la ayuda del único hombre que la amará de forma incondicional.
Conocí a Elena Garquin gracias a la novela Tuareg. Me gusto tanto esta novela que decidí probar con la otra novela de la autora. He tardado en hacerme con ella pero por fin puede conseguirla firmada por su autora en la Feria del Libro de Madrid de 2015. Sé que la historia es bien diferente a la historia de Tuareg, pero aún así ha merecido muchísimo la pena leer la novela. Ahora me arrepiento no haberla leído antes. Aunque como se suele decir ,nunca es tarde si la dicha es buena. Y en este caso ha sido buenísima.
La novela nos cuenta la historia de Elena Robles una joven heredera de una finca de la serranía de Ronda, una joven bien educada, de belleza arrebatadora, con bastante carácter y muy independiente. Perdió a su padre siendo joven y ha sido educada por su tía y su padrino. Es una joven que tras vivir mucho tiempo lejos de su cortijo “La Dorada” vuelve conla intención de volver a convertirlo en su hogar, de hacer con lo que le corresponde. En el transcurso de este viaje se encontrará con dos hombres que la cautivaran, despertarán su deseo y le harán anhelar ser amada, deseada y desear un matrimonio feliz. Estos dos hombre son Diego de Casanuvea, un terrateniente apuesto, mujeriego, apasionado, inteligente y astuto y El Marqués, un bandolero que se encuentra por los caminos de la serranía de ronda que despierta en ella sus deseos más ocultos, es pendenciero, prepotente, y muy atractivo a pesar de que parte de su cara siempre esta oculta.
Elena es un personaje con el que te puedes sentir identificada. Siempre me han gustado los personajes con carácter, no me gustan demasiado las damiselas en apuros y Elena no lo es aunque lo pueda aparentar. Elena pese a su juventud tiene un carácter apasionado, es inteligente, sabe lo que quiere y utiliza los medios que tiene para lograr lo que quiere. En una época donde la mujer tiene siempre un segundo plano, Elena sabe conseguir, a través de sus armas de mujer y su inteligencia aquello que se propone. Es apasionada, inteligente, tenaz pero también tiene un gran corazón, es bondadosa y sobre todo leal.
Diego de Casanueva es un terrateniente rico, pero ante todo es un hombre con muchas pasiones y pasiones muy carnales. No lo esconde le gustan las mujeres pero no pretende atarse a ninguna de ellas. Es un hombre astuto, inteligente, tiene una mirada felina, es un cazador nato y ha convertido a Elena Robles en su presa.
El Marqués, es un bandolero pero no un asesino. Es un bandolero que lucha por las injusticias, lucha por aquellos más debiles y los ayuda aún a costa de su propia vida y de saltarse la ley que en aquella época es tan dura. Es un héroe del pueblo en una época donde el pueblo era sometido por los terratenientes y latifundistas. Terratenientes y latifundistas que en muchos casos no dudaban en someter a sus jornaleros a base de palizas y matándolos de hambre. En una época como esta era necesario un héroe como “El Marqués”.
Estos tres personajes son el eje de la novela. Una novela intensa, que te mantiene en vilo desde la primera página hasta la última. La autora se ha documentado debidamente sobre esta época de bandoleros en nuestro país. Cuando vemos la serranía de Ronda a través de los ojos de Elena, estamos viajando en el tiempo a aquella Andalucía llena de injusticias, donde los jornaleros trabajaban la tierra, vivian de manera humilde y se enfrentaban a hombres ricos ansiosos de más poder y que abusaban, vejaban y daban palizas a aquellos que se oponían a elos. También viajamos a través de Elena a las fiestas, las costumbres de aquella época con sus cortijos, sus fiestas, etc. Es una novela espléndida que creo que todos deberíamos leer. Me ha encantado adentrárme en sus páginas. En ningun momento se me ha hecho pesada. Es una novela amena, adictiva, apasioanda, nada sosa. He leído otras novelas que por muy bien escritas que esten me resultan sosa porque falta chispa, garra, pasión en sus líneas, aquí pasa todo lo contrario. Elena Garquin sabe dotar a sus novelas de estas carácteristicas que en mi opinión es lo que lo hace tan adictivas.
Cuando me compré la novela, la autora me dijo que al leerla y realizar la posterior reseña tuviera en cuenta que era su primera novela. Sé que “La heredera” es su primera novela pero creo que no pudo tener mejor debut en el mundo editorial romántico. Ahora espero con ansias su siguiente novela. Y a todos los lectores que no hayan leído a Elena Garquin, les animo a hacerlo sus dos novelas, tanto “La heredera” como “Tuareg” son unas novelas imprescindibles. Gracias también a Phoebe sello de Ediciones Pamiés por haber apostado por ella y seguir haciéndolo. Y gracias a Elena Garquin por seguir escribiendo.