La hermandad (2013)

Publicado el 26 marzo 2014 por Rugoleor @rugoleor

En la fría y silenciosa oscuridad de un apartado monasterio vive la Hermandad, una rama de monjes benedictinos que cumple estrictamente unos rígidos votos de pobreza y obediencia. Se ocupan de curar a Sara (Lydia Bosch), una famosa escritora de novelas de terror y misterio que acaba de sufrir un grave accidente y deberá guardar cama durante algún tiempo. Muy pronto Sara empieza a sentir curiosidad al observar ciertos detalles que llaman su atención: extrañas manchas en el techo, llantos infantiles nocturnos, un escalofriante libro sobre la Hermandad, sus extrañas costumbres, una cripta escondida… Algo se mueve entre los muros del monasterio. Un oscuro secreto se encierra en su interior. Ahora está a punto de salir a la luz.

Calificación: 4,759.

Tráiler de la Película

Ficha:

Título Original: La hermandad.
Director: Julio Martí Zahonero.
Guionista: Julio Martí Zahonero.
Intérpretes: José Luis De Madariaga, Borja Elgea, Tony Isbert, Lydia Bosch, Paula Bares, Edi Bonet, José S. Isbert, Alejandro Jornet, Ramón Lillo, José María Sacristán, Manuel Tallafé, Ricardo Trenor, Joan Vidal, Felipe Vélez.
Productores: Gema García, Ximo Pérez, Pepón Sigler.
Fotografía: Miguel Llorens.
Música: Arnau Bataller.
Montaje: Miguel Ángel Villa.
Diseño de Producción: Pepón Sigler.
Diseño de Vestuario: Miguel Carbonell.
País: España.
Lugares de Rodaje: Monasterio, Valencia; Ciudad de la Luz, Alicante (España).
Fechas de Rodaje: De 28-10-2011 a 23-12-2011.
Año: 2013.
Duración: 89 minutos.
Edad: No recomendada para menores de 12 años.
Género: Suspense, Terror.
Estreno: 21-03-2014.
Distribuidora: Olwyn Films, S. L.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España, Sitio Oficial.
Espectadores: 80.
Recaudación: 425,10 €.

Crítica:

26-03-2014 – JOSU EGUREN

La Abadía del crimen

Recordemos la ópera prima de Juan Antonio Bayona. El éxito de “El orfanato” no sólo significó la sublimación de un popurrí de estilos mal digeridos, sino también advirtió los síntomas de una enfermedad endémica entre la hornada de directores de género surgidos en la era post Amenábar: el uso y abuso de una galería de efectos que, en el mejor de los casos, tienen como propósito disimular su nula conciencia cinematográfica. En el caso de “La hermandad”, el diagnóstico viene a ser el mismo, sólo que el debutante Julio Martí Zahonero trata de compensar el derroche de filtros y sobreproducción artística colocando a su heroína en el centro de un dédalo tenebrista en el que los fantasmas invisibles acechan desde el fuera de campo. Las angulaciones de la cámara contorsionista sirven como motores de un relato devenido en espejismo del movimiento; la narración no circula, pero suceden cosas, aunque quizá no son suficientes para que el espectador participe de una propuesta que no sabe sacar partido de la fragilidad psicológica de sus personajes.

Para llegar hasta Lydia Bosch hay que derribar los muros de Nicole Kidman (“Los otros”) y Belén Rueda (“El orfanato”), y, una vez que se ha fracasado en el intento de empatizar con la protagonista, queda lo más difícil: someterse a una estructura que anuncia su desenlace desde la primera escena. Pese a su pretendida gravedad, “La hermandad” nos obliga a seguir los pasos de Lydia Bosch en lo que constituye un ejercicio de excursionismo camp involuntario que desgraciadamente no nos regala el premio de un improbable y efímero reencuentro con la estirpe de Paul Naschy y los templarios de Amando de Ossorio.

Sirve como videobook para sus verdaderos protagonistas: Miguel Llorens (fotografía) y Arnau Bataller (banda sonora), pero no destaca el nombre de Julio Martí en una lista de directores atacados de una severa falta de personalidad.