Autor: Sandra Andrés Belenguer
Sello Editorial: Viceversa
Fecha de publicación: 17 de febrero de 2011
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Formato: 15 x 21,5 cm
Nº de Páginas: 240
ISBN:9788492819539
Precio: 14,50€
Edad Recomendada: A partir de 12 años
Sinopsis:
¿Quién no ha tenido alguna vez una pesadilla? Son sueños que nos angustian, que nos revelan nuestros miedos más ocultos, y que parecen haber sido concebidos por el mejor escritor de terror del mundo. ¿Y si realmente fuera así?
Iris tiene diecisiete años y está viviendo un buen momento: tiene excelentes amigos, disfruta con la literatura y se siente atraída por su compañero Adrien. Sin embargo, una asfixiante pesadilla la acosa desde su infancia. Ella procura ignorarla, sin ser consciente de que posee un misterioso don que podría cambiar el curso de su vida. Pero la sucesión de varios extraños acontecimientos la llevarán a descubrirse a sí misma y adentrarse en un oscuro mundo marcado por el peligro, el suspense… y los sueños.
¿Te atreves a desvelar tus peores pesadillas…?
Sobre la autora:
Sandra Andrés Belenguer (Zaragoza, 1982) es licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Zaragoza, carrera que eligió dada su pasión por las letras. Es reseñista literaria en el periódico El Heraldo de Aragón. Su pasión por la leyenda del Fantasma de la Ópera le llevó a escribir un ensayo sobre la obra de Gastón Leroux y el musical de Andrew Lloyd Webber en el año 2000. Durante años ha investigado sobre esta historia, llegando incluso a visitar los subterráneos de la Ópera Garnier de París, siendo en estos momentos una referente mundial sobre este tema bajo el pseudónimo de Ladyghost. Con este nombre escribe en el sitio web ladyghost.com, un portal especializado en la historia de El Fantasma de la Ópera. Con su primera novela, El Violín Negro quiere acercar al lector juvenil al apasionante mito de este personaje envuelto en el misterio desde hace más de un siglo. Su segunda novela, La Hija de los Sueños, es finalista de la segunda edición del Premio de Literatura Juvenil As de Picas convocado por Editorial Viceversa y PlayStation. También es Coordinadora y moderadora del Club de Lectura Leemos Juntos de la Biblioteca Cubit de Zaragoza.
Booktráiler:
Opinión personal:La historia comienza con Sebastian, un niño que vive en un orfanato en pleno siglo XIX y que tiene un don: es capaz de ver las pesadillas de sus compañeros y las sombras que las propician. A él las sombras no le atacan por un motivo muy simple: tiene una marca en la piel que repele a esos terroríficos seres. Sebastian siempre ha estado marginado por sus compañeros y ha tenido que soportar constantes burlas. La cosa llega a tal extremo, que una noche le atan a un árbol para que sea devorado por los perros que custodian los terrenos del orfanato. Consigue escapar de la situación con la ayuda de las sombras que a partir de ese momento, le obedecen y ayudan a que se vengue de los que le han hecho daño.De esa trama, saltamos a otra en el presente en la que vemos como un hombre llamado Sr. Britt, escritor de profesión, ha perdido todo cuanto amaba por estar demasiado centrado en su sueño: su mujer le ha dejado, un tipo ha publicado con otro nombre la novela de terror que había escrito y le han despedido. Cuando está a punto de cometer una locura intentando suicidarse en un puente, se aparece ante él alguien llamado Venox, y le ofrece un diabolico trato en el que podrá conseguir todo lo que desea a cambio de escribir más historias terroríficas y pasar a llamarse Morpheus.Dando otro salto, todavía en el presente, nos encotramos con Iris. Es una adolescente de dieciseis años con una pesadilla recurrente: todas las noches sueña que está atrapada en un laberinto del que no puede salir. Va a clase con sus mejores amigos Shaila, Jonathan y Adrien (el chico del que está enamorada), y con ellos comparte las cosas extrañas que le están ocurriendo: su pelo cambia, empieza a desarrollar poderes e incluso escuchas voces que la advierten del peligro. Pronto comienza a desconfiar de todo y a darse cuenta que sus padres le ocultan algo, al igual que sus amigos...
"Sueño o realidad, yo también te quiero"
Al leer La Hija de los Sueños he tenido sentimientos encontrados. Hay ciertas partes que me han recordado a Harry Potter. Por ejemplo, cada vez que leía o veía alguna mención a Sebastian no podía evitar acordarme de Voldemort en su infancia: niño criado en orfanato que hace cosas terroríficas y cuyos compañeros le temen y por eso se apartan de él. Lo mismo me ocurría cuando veía que Iris escuchaba voces, o contaba que su pelo cambiaba y era indomable. No se si la autora lo ha hecho aposta como pequeños guiños a la obra de Rowling o si simplemente, ha querido ponerlo así. Al fin y al cabo, Rowling no ha inventado la literatura fantástica ni ha sido la primera en poner en sus historias ese tipo de ideas. Pero lo primero que ha venido a mi cabeza mientras leía algunos fragmentos de La Hija de los Sueños eran esos momentos "pottericos".Por lo demás, el argumento me parece original con esa lucha entre el mundo de las pesadillas y el de los sueños. Me encanta que uno de los protagonistas sea escritor (Sr. Britt/Morpheus) o que Iris adore estar rodeada de libros. Creo que es una buena forma de fomentar la lectura y escritura: a través de personajes que tienen estos saludables hábitos, aunque en el caso de Morpheus la pasión se le haya ido de las manos. La historia de amor entre Iris y Adrien es muy suave pero me ha gustado bastante, sobretodo cuando se descubre una sorpresa referente a Adrien y Jonathan que le da una vuelta de tuerca a la novela.Con el final me volví loca, preguntándome cómo podía acabar así. Por suerte he descubierto que tendrá segunda parte, aunque creo que por el momento no hay título. Es lo primero que leo de Sandra Andrés Belenguer y me ha gustado bastante. Ojalá la segunda parte esté pronto a la venta, porque estoy deseando echarle el guante para ver de qué forma se resulven los cabos sueltos del primer libro.
Enlaces de Interés:-Web de Editorial Viceversa
-Blog de Sandra Andrés Belenguer
-Facebook de la autora
Ficha y opinión por Rocío Muñoz
Agradecimientos a editorial Viceversa