La hija del dragón - Myriam Millán

Publicado el 07 junio 2016 por Esperanza Redondo Morales @esperedondo
Publicación: Madrid: La Esfera de los Libros, 2015
Edición: 1ª ed.
Descripción física: 544 p.; 23 cm.
ISBN: 978-84-9060-534-9
CDU: 821.134.2-31"20"
Signatura: N MIL hij
Precio: 19,90 euros en la Casa del Libro.

LA CONDESA SANGRIENTA
Hace ya bastante tiempo que me estrené con Myriam Millan, gracias a la organización de un "libro viajero" que me hizo llegar su Décima docta; esta novela me pareció muy original y, después de leerla, me apunté a Myriam en mi lista de futuras lecturas. Hace algunos meses me enteré de que veía la luz una nueva novela suya, La hija del dragón, que terminé de leer recientemente.
Argumento y personajes
La historia comienza por un lado en el año 1600 en Nyitra, un pequeño pueblo de Transilvania. Los habitantes de este pueblo sospechan, y además hacen a propósito que se difunda la creencia, que en los bosques de la zona hay algo; no saben (o más bien no quieren que nadie sepa) si es un lobo, un demonio o qué exactamente, pero sí son conscientes de que desde luego es algo que tiene que ver con el hecho de que, cada cierto tiempo, una joven doncella desaparezca y nadie vuelva a tener noticias de ella... Y así hasta más de quinientas chicas.
Por otro lado, nos encontramos con dos tramas paralelas en el Londres del año 2013; en esta ciudad aparecen varios cadáveres de chicas jóvenes, cadáveres que supuestamente proceden de actividades de tráfico humano, y que parece ser que han sido desangrados con aparatos de tortura; pero por las heridas que presentan los cuerpos de las chicas, se intuye que estos aparatos son antiguos... Y aquí es donde hace acto de presencia Emanuel Mason, al que ya tuvimos ocasión de conocer en Décima docta; el doctor Mason descubrirá muy pronto que sus peores pronósticos están a punto de hacerse realidad: los asesinatos están en cierto modo relacionados con uno de los personajes más temibles de la historia: Erzsébet Báthory. Y por último, la otra trama del momento actual es la que nos cuenta la historia de Lara, una chica que estudia canto y que un día descubre que tiene un tumor cerebral inoperable, como le dicen los médicos y como se repite unas cuantas veces en la novela. Así, cuando Lara cae en manos de la organización que supuestamente está detrás de las chicas asesinadas en Londres, cree que la muerte será en el fondo su forma de liberarse por fin de este sufrimiento; pero claro, no es tan sencillo morir a manos de esta organización, ni desde luego va a ser tan rápido como a Lara le gustaría...
Así, leyendo tanto sobre la investigación de los crímenes actuales como sobre la vida de Erzsébet Báthory, iremos descubriendo cómo la búsqueda de la eterna juventud ha sido el objetivo de mucha gente a lo largo de los siglos. El doctor Mason tendrá que desempolvar sus recuerdos sobre los orígenes del vampirismo y sobre los ritos que conlleva, que él mismo conoce muy bien. A lo largo de la lectura iremos dando saltos en el tiempo, y estos saltos nos harán ir descubriendo tanto los rituales llevados a cabo por Erzsébet (también conocida como la condesa sangrienta) como las investigaciones que en el momento actual van desarrollando el doctor Mason y sus compañeros.
Iremos conociendo también, a través de esta alternancia de los tiempos en los que suceden las acciones, al resto de personajes que protagonizan las tres historias. Así, en el presente nos reencontraremos con Natalia, que ya apareció también en Décima docta como una de las víctimas del ritual de Nellifer, y que en esta ocasión vuelve pero no como víctima sino como uno de los verdugos de la organización que lleva a cabo los rituales; conoceremos a Victoria, la suma sacerdotisa de esta organización que, igual que Erzsébet, también perseguirá alcanzar la inmortalidad; y por supuesto al resto de sacerdotes que llevan a cabo cada uno de los macabros rituales, entre estos sacerdotes tenemos a Adele y Frederic, o a los mellizos Cristine y Eric, con los que nos llevaremos alguna que otra sorpresa. También nos reencontraremos con Jean Marc, que igualmente aparecía ya en la novela anterior de Myriam y que, para no destripar nada a los que no la han leído, no diré quién es.
Mis impresiones
A través de la lectura de las tres historias conoceremos detalles sobre los que se supone que son los verdaderos orígenes del vampirismo; cuando pensamos en vampiros, supongo que a casi todos nos viene a la mente esa imagen romántica y decimonónica del Drácula de Bram Stoker, pero aunque él fue cronológicamente anterior a Erzsébet, parece que en realidad fue ella la primera persona en la historia que utilizó los rituales que se describen en la novela. Por supuesto, tiene a su alrededor a un grupo de personas (no he mencionado a todos los personajes, pero hay unos cuantos secundarios que también tienen su papel) que están al corriente de las actividades de la condesa sangrienta, y que como he mencionado, al mismo tiempo en el pueblo se encargan de que nadie se entere de lo que pasa en realidad con las jóvenes de Nyitra. Sin embargo será a través de un niño (ya que su hermana es una de las chicas que acaba yendo al castillo), que descubre que el monstruo del bosque es en realidad una persona de carne y hueso, como iremos conociendo muchos de los detalles de la historia que sucede en el pasado.
Entre otras cosas, estos detalles que se nos irán desvelando serán en muchos casos datos históricos y totalmente reales; tanto Natalia como el doctor Mason serán los encargados de ir desgranando todos los entresijos de la organización, que nos llevarán hasta rituales sangrientos de civilizaciones que vivieron hace cientos de años. Todos estos datos se irán alternando con lo que sucede en la actualidad, por lo que los iremos conociendo con cuentagotas; en esto la novela difiere un poco de Décima docta, ya que en esta novela anterior la acción se sucedía con un ritmo en ocasiones muy trepidante, y sin embargo en La hija del dragón podríamos decir que el ritmo es algo más pausado, aunque no mucho más en realidad. Pero en cualquier caso no dejaremos en ningún momento de sorprendernos con lo que va ocurriendo en la antigüedad y en el momento actual, tanto en la trama correspondiente a Natalia como en la que protagoniza Emanuel Mason.
Como ya pasaba en la novela anterior, y en esta es quizá más exagerado aún, habrá algunos ratos en los que lo pasaremos realmente mal por lo que les ocurre a los protagonistas de las tres tramas. No es plan de destripar aquí nada porque es mucho mejor que si os apetece leerla os vayáis enterando por vosotros mismos, pero la descripción de las torturas es de lo más gráfica, y desde luego si sois fácilmente impresionables puede que estas partes no os terminen de gustar demasiado porque Myriam no es que se ahorre los detalles precisamente. Aun así, la novela se hace muy fácil de leer porque la acción no decae en casi ningún momento; además hay alternancia entre capítulos largos y algunos más cortos, de hecho hay algunos incluso de una o dos páginas solamente, por lo que no nos resultará nada difícil decidirnos a leer otro capítulo más, y otro, y otro.
Conclusión
Me ha gustado mucho esta lectura, y con ella he pasado momentos de mucha tensión y como decía antes, de sufrir con los personajes, como ya me ocurrió cuando en su día leí Décima docta. Se nota la evolución de la autora desde la novela anterior a esta, tanto en la forma de escribir como en el tratamiento que les da a los personajes que forman la historia; quizá ahora Myriam es capaz de hacer que los conozcamos mejor, y eso siempre es de agradecer.
La historia también esta vez me ha parecido bastante original, y además he podido recordar cosas de cuando leí la novela anterior; a veces, aunque un libro te haya gustado, después de algún tiempo se te van diluyendo algunos detalles, y en mi caso con esta lectura he tenido ocasión de refrescarlos. Aun así, y aunque lo he pasado bien leyendo La hija del dragón, creo que si tuviera que elegir una sola novela me quedaría con Décima docta, que a pesar de los pesares (fue toda una aventura para Myriam el proceso de publicación de esta novela y hubo muchísimos problemas) disfruté muchísimo más. Aunque también es cierto que con La hija del dragón he descubierto detalles que no conocía sobre el vampirismo, a pesar de que he leído ya unos cuantos libros que tratan el tema.