"LA HIJA DEL GANGES" y "LAS DOS CARAS DE LA LUNA" de Asha Miró

Publicado el 10 junio 2012 por Marianleemaslibros
Ya han pasado veinte años desde que Asha llegara a Barcelona en el 74, procedente de Bombay, pero parece que fuese ayer.
Lo recuerda todo con mucha nitidez, bajo la percepción de una chiquilla de seis años, algo asustada, pero sobre todo muy ilusionada por haber conseguido al fin lo que tanto había deseado: unos padres.
En su nueva vida, ella lo ha recibido todo: una familia, amigos una educación. Se siente la elegida, la privilegiada. Siempre se ha preguntado: ¿porqué yo?
En los brazos de su padre, ha aprendido a tocar con la punta de los dedos un cielo infinito imaginario y en los de su madre, las leyes del corazón: amar, llorar, perdonar, dejar fluir lo mejor de uno mismo.
Ellos no le han dado la vida, pero sí su toda su esencia, una herencia más allá de la sangre.
 Con veintiséis años siente que ha llegado el momento de volver atrás, de saber más, de hurgar en sus raíces, de revivir los primeros años de la infancia, en definitiva, de seguir adelante empezando por el principio.
Necesita regresar a La India, el lugar que la vio nacer, para intentar resolver numerosos interrogantes, disipar la incertidumbre y llenar los vacíos que esconden su propia realidad, para poder así hallar su paz interior.
Pero no quiere volver como una turista mas, por eso, cuando la aceptan en una ONG que necesita voluntarios para un proyecto en un campo de trabajo en Bombay, piensa: ¡Mi sueño hecho realidad!
Hace las maletas, dispuesta a reencontrarse con su pasado, sus orígenes, rumbo a ese país de tantos contrastes: gente extremadamente rica y gente en la miseria, bellos paisajes y ratas corriendo por las calles. Un país de olores penetrantes, tan pronto aromas deliciosos, como hedores que nadie sabe de dónde proceden. Que cuenta con grandes intelectuales y la mayor industria cinematográfica del mundo, pero que continúa rigiéndose por costumbres ancestrales, como por ejemplo los matrimonios concertados.
Al principio le cuesta percibir su tierra tal y como es, desprenderse de los prejuicios, de los obstáculos (comida picante, calor sofocante, incomodidades...) Siempre tuvo la esperanza de poder entender el marathi (la lengua que hablaba cuando llegó a Barcelona), o el hindi, porque había escuchado, que cuando hablas una lengua de pequeño, nunca la pierdes del todo. Pero eso no ocurrió, no recordaba ni una sola palabra, todo era nuevo para ella.
Cuando consigue cambiar el chip ve lo que aún no ha logrado ver, estudia el entorno con una nueva mirada, reconoce la armonía que hay en todo, en definitiva empieza a entender esas vidas orientales, en cuyo trasfondo hay una filosofía, una realidad.
En “Las dos caras de la luna”, Asha vuelve a La India para grabar un documental de su vida. Pero lleva otra secreta intención escondida en su maleta: encontrar algún miembro de su familia biológica.
¿Cumplirá las expectativas su particular viaje al pasado? ¿Resolverá sus dudas, todas sus inquietudes? ¿Obtendrá respuestas a todas sus preguntas? ¿Serán decepcionantes sus hallazgos, o por el contrario se sentirá satisfecha a su regreso a Barcelona?
Asha Miró nació en un pequeño pueblo de India, Shaha, no muy lejos de la ciudad sagrada de Nasik, a orillas del río Godavari , y recién nacida, fue acogida en un convento.
A los seis años le encontraron unos nuevos padres en Barcelona, donde reside desde entonces.
Ha sido maestra de música, presentadora en varios programas de televisión y ahora escribe libros, cuentos infantiles y organiza actos culturales.
También trabaja en el Ayuntamiento de la capital catalana y prepara proyectos para su ONG " Las dos caras de la luna", que ayuda a mujeres desprotegidas.
El que su primer libro, publicado en el 2003, "La hija del Ganges" fuese el más vendido en Sant Jordi (día del libro en Cataluña), hizo que se sintiese recompensada por los dos años que había pasado encerrada en su casa cada fin de semana trabajando.
El más reciente, "Tocando el cielo" (2011), incluye entrevistas a personajes de éxito de nuestro país, donde nos cuenta sus particulares historias de superación.
El resto de su bibliografía:
-- "Los cuatro viajeros" (2003): literatura infantil
-- "Las dos caras de la luna" (2004)
-- "Los cuatro viajeros en el acuario" (2004): literatura infantil
-- "Rastros de sándalo" (2007)
-- "Gotas de colores" (2010): literatura infantil, libro más un cd con canciones.
--"Tocando el cielo" (2011)
En esta entrevista en la "Revista de Ana Rosa", Asha nos cuenta, que ella también es madre adoptiva de su sobrina nieta, Komal, de 8 años.
Os dejo también su página web y otra entrevista, donde recalco una frase suya: "cuando tienes el pasado ordenado te sientes mucho más libre para vivir el futuro" El documental grabado en su segundo viaje, se llama "Asha, la hija del Ganges" y contiene además una entrevista con el director, Jordi Llompart y un reportaje sobre la ciudad sagrada de Benarés.
-- En India, comen con las manos, con los dedos, no usan los cubiertos
-- Van descalzos. Sorprende ver a las chicas con el uniforme del colegio inglés, con los trajes tan bien planchados, tan repeinadas y descalzas.
-- Bombai ya no se llama Bombai (a riesgo de parecer inculta diré que lo desconocía). Parece ser que a partir de 1995, el gobierno decidió renombrarla a “Mumbai”, aunque el nombre antiguo es utilizado a veces en la India de manera informal y aparece aún en algunas instituciones oficiales y organismos privados. Curiosamente, la Real Academia Española, recomienda seguir utilizándolo, puesto que el cambio solo afecta a los idiomas locales.
-- Asha alucina cuando ve circulando una moto con cinco personas a bordo: "Se acerca una moto con una familia entera encima: el padre conduciendo, con un niño de unos siete años delante, que se sujeta fuerte al manillar; la madre vestida con sari, sentada con ambas piernas a un lado y con un chiquillo en la falda; y entre el padre y la madre, una niña que no debe tener más de cuatro años. Y ninguno de los cinco lleva casco. Por otro lado aparece una bicicleta cargada con gallinas vivas." Cinco en una moto... ¡Increíble!. Y lo de las gallinas..., ¡sorprendente!
-- Las aguas sagradas del río Ganges, así como de su afluente el Godovari, liberan las almas de las personas cuando se vierten en él sus cenizas. Cuando la gente se baña en estas aguas que han recibido las cenizas de los muertos, reciben la vida espiritual, la vida del cuerpo y del alma.
-- El gesto de dar de comer a otro, es símbolo de afecto.
-- Un niño puede borrar totalmente su idioma en menos de seis meses, si nadie le habla ni lo oye hablar en ninguna parte. Pero ese niño, tendrá una gran facilidad ya de mayor, para aprenderlo, porque los sonidos sí quedan almacenados en algún rincón de su memoria. Es mágico pensar en la gran capacidad que tienen de aprender una nueva lengua (Asha ya hablaba con bastante soltura el catalán a los tres meses de su llegada a España).
-- Algunos hindúes practican un ritual religioso, "ekadashi", que consiste en ayunar el undécimo día después de la luna llena y el undécimo día después de la luna nueva ; un día y medio de ayuno, a base de agua y té, para purificarse ante los dioses.
-- El “Salwar kameez”, es un vestido típico de la India, que consiste en unos pantalones y una camisa larga hasta los pies. Lo usan tanto los hombres como las mujeres.
--Los saris son también un atuendo típico, que consiste en seis o nueve metros de tela que se envuelve alrededor del cuerpo, encima de una falda y de una blusa corta.
-- El tradicional “ñamasté”, es un gesto sencillo, lleno de significado. Con las manos juntas en disposición de plegaria, te ofreces a la otra persona con toda humildad.
-- La "fiesta de la pola", es una fiesta de agradecimiento a las vacas por su ayuda en las labores del campo. Las adornan, les pintan el cuerpo con los dedos untados y en los cuernos les hacen dibujos con colores chillones.
Asha Miró nos cuenta de forma emotiva su propia biografía, su historia, el proceso de adaptación a su nuevo hogar, con su hermana pequeña Fátima y sus padres adoptivos Josep y Electa.
Cuando pienso en La India lo primero que me viene a la cabeza es la miseria en la que viven muchos de sus habitantes. Pero también soy consciente de que es una tierra con inmensidad de riquezas. Un país donde conviven, con mayor o menor dificultad, diversas religiones, más de treinta idiomas oficiales e infinidad de dialectos.
Posee una cultura milenaria, y Bombay (ahora llamada Mumbai), alberga la gran industria del cine indio, tan impresionante que la denominan también “Bollywood”.
Todo lo relacionado con este país, al que se le podrían otorgar tantos calificativos, siempre me ha fascinado: los libros allí ambientados, las películas indias. Por eso, cuando tuve este libro en mis manos, no pude evitar leerlo.
Me llamó mucho la atención la sinopsis de la cubierta, para mí, una mezcla explosiva e interesante: por un lado la historia de una adopción, todo el proceso de adaptación desde su llegada, el encuentro con sus padres y hermana india, también adoptada y por otro, la historia de sus dos regresos, uno veinte años después y el otro, ocho años después del primero.
En los años setenta, las adopciones no estaban a la orden del día, no eran habituales. Por eso creo que sus padres adoptivos, Josep y Electa, fueron muy valientes al embarcarse en toda una aventura de papeleos sin fin, esperas y numerosos trámites.
Pioneros de una experiencia complicada, a la par que enriquecedora, consiguieron al fin, lo que llevaban tanto tiempo deseando: unas hijas.
Desconozco los procesos burocráticos con los que se pueden encontrar los padres que quieren adoptar un niño/a. Probablemente no lo tengan nada fácil, pero estoy segura, de que hoy en día, será todo menos complicado que en aquella época.
Por ello, creo que es un libro que puede ayudar y orientar a todos aquellos que hayan adoptado, porque podrán verse reflejados en sus vivencias, y también a los que estén pensando en hacerlo, para conocer el desenlace de una experiencia más, tan cierta como real.
Me ha parecido una lectura muy amena, excelentemente narrada, interesante, enternecedora y muy bien encauzada por la autora y protagonista, al tratar un tema tan delicado...
"Todos teníamos la certeza y conforme pasa el tiempo lo veo aún más claro, de que en un momento determinado, nuestras vidas, cuatro almas procedentes de lugares totalmente distintos, se fusionarían para siempre." 
"Me había sido otorgado el don de vivir más de una vida. Como una reencarnación sin cambiar de cuerpo" 
"Nunca debemos atrevernos a juzgar a un hermano, hasta que hayamos calzado sus zapatos durante dos lunas" 
"En todas las historias de adopción, existe este punto de magia, de azar, de camino predestinado, de elección, según las creencias de cada uno, que las hace a todas especiales y únicas” 
Encontrar a tu familia biológica no es un viaje cualquiera, es un viaje hacia uno mismo, es una experiencia que cuesta asimilar. Sé que para mí, ya nada será como antes de caminar de la mano de mi hermana por los campos donde reposan mis padres. Nada será igual después de saber que mi padre no me abandonó a los pocos días de nacer, sino que me entregó a las personas que él pensaba que podrían asegurarme una vida mejor” 
“Si al regresar de mi primer viaje a la India me di de pronto cuenta de que existía todo un mundo de padres y madres en proceso de adopción a los que podría resultar útil escuchar mi historia, ahora vuelvo a casa pensando sobre todo en las personas adoptadas, en todas aquellas personas nacidas en cualquier rincón del mundo que han sido educadas en otra cultura, en otro entorno. Es por ello que ahora quiero contar esta historia de regreso al Godavari, para animarlos a buscar las piezas de su rompecabezas mucho antes que yo” 
"Si se tarda demasiado en desandar el camino del pasado de una adopción, es muy posible que ya no quede viva ninguna de las personas implicadas, que los relatos que unos y otros cuenten, difieran demasiado, o que sencillamente ya no se encuentre nada, que todas las pistas se hayan esfumado”. 
"Ahora me siento más india que nunca, pero curiosamente más catalana que nunca. Supongo que es un sentimiento que solo podré compartir con otras personas adoptadas, que hayan hecho un viaje parecido al mío, que hayan podido ver aunque solo sea por unos momentos, como habría sido su vida si no hubieran sido adoptados, pero que estén a la vez orgullosos y felices de la vida que han vivido junto a sus padres adoptivos, y regresen a casa con ese doble sentimiento de pertenencia a una cultura, a un país”. 

LA HIJA DEL GANGES
Todos estos años, Asha no ha perdido el contacto con las monjas del orfanato en el que vivió de los tres a los seis años, sobre todo se ha carteado con la madre Adelina, la que más se esforzó por conseguirle unos padres.
 En un principio, Josep y Electa habían comenzado los trámites para adoptar dos mellizas indias: Fátima y Mary.
Pero Mary murió poco tiempo antes de viajar a Barcelona y en su lugar llegó Asha, una chiquilla ávida de cariño, de descubrir un mundo nuevo. Así fue como confluyeron los andares de las dos hermanas, en un único camino.
El primer inconveniente, la barrera de el idioma, subsanable con gestos, miradas, besos, abrazos, pero poco se tarda en adaptarse a lo bueno...
Asha crece feliz, junto a su nueva familia. Se hace profesora de música y con veintiséis años siente con mucha fuerza el impulso de ir a La india.
Todos estos años, Asha no ha perdido el contacto con las monjas del orfanato en el que vivió de los tres a los seis años, sobre todo se ha carteado con la madre Adelina, la que más se esforzó por conseguirle unos padres.
Viaja junto a sus compañeros de la ONG, y su granito de arena en el proyecto será enseñar inglés en una escuela de Bombay.
Se alojan en la casa de una familia india, que les acogen con mucho cariño.
Visita el Regina Pacis, el convento donde viven algunas de las monjas que la recogieron con 3 años, cuando su padre la dejó, por no sentirse capaz de cuidarla, al haber muerto su madre.
La madre Adelina, le niega mucha información valiosa, porque quiere evitarle el sufrimiento, creyendo que así la protegerá.
A pesar de haber tomado la medicación, contrae la malaria, pasándolo francamente mal. Pero ella es fuerte y se recupera sin problemas.
Después, viaja a Nasik , a 180 kilómetros de Bombay, donde le dicen que ha nacido, para seguir encontrando sus respuestas ¿Quiénes fueron sus padres? ¿Por qué fue a parar a un orfanato? ¿Tiene más hermanos? ¿Que ha sido de ellos?
A su regreso a Barcelona, lo único que ha averiguado es:
-- Su padre se casó con su madre por segunda vez y tuvo varios hijos de su primer matrimonio y una hermana de sangre. Al morir la madre de Asha, cayó en la desesperación y no se vio con fuerzas de criarla el solo. Intentó abandonarla en la calle en varias ocasiones, pero todo el pueblo conocía su situación y siempre se la devolvían. Al final las monjas del convento de Nasik, le propusieron hacerse cargo de ella.
-- A los tres años, la hermana Nirmala, decide enviarla al Regina Pacis, para que obtenga una buena educación.
-- A los seis años, la hermana Adelina, le consigue los padres que ella le pedía casi cada día, subida en lo alto de la escalera de caracol. Regresa feliz a Barelona. Al menos ya conoce las razones poderosas que siempre había imaginado que existían, para convertirse en una niña abandonada. Pero sabe que volverá pronto, porque no ha sido suficiente.
LAS DOS CARAS DE LA LUNA
Ocho años después (en 2003), un correo electrónico de Nirmala, una de las monjas que la cuidaron de pequeña, dejando entrever que hay detalles de su historia que nunca le ha contado, le impulsa a reanudar sus pesquisas en La India.
En este su segundo viaje, algunas cosas han cambiado: la madre Adelina ha muerto y La hermana Margaret, directora actual del centro Regina Pacis, parece dispuesta a ayudarla en su búsqueda particular.
Pero Asha no estaba preparada para que le dijeran que algunas cosas escritas en su novela, no eran reales, no eran del todo ciertas.
Y es que, el paso del tiempo, puede desvirtuar algunos recuerdos. Cosas que desconocía y que averigua en el segundo viaje:
-- Su padre, Radhu, que vivía en el campo, viajó a la ciudad, para ver a su hija una última vez antes de su marcha a Barcelona, cuando iba a ser adoptada.
-- No había nacido en Nasik, como siempre había creído, sino en un pueblo cercano (Saha), más pequeño.
-- Tiene una hermana unos cinco años mayor que ella, que para su asombro también se llama Asha. Antes de dejarla, su padre quiso intercambiarles los nombres. Asha significa esperanza y decidió que la pequeña Usha, que iba a ser dada en adopción merecía esperanza y suerte en la vida. Así Asha se llamaría Usha y Usha se convirtió en Asha, el nombre que le dió fuerzas y que siempre acompañó a nuestra protagonista. Pero su hermana, también quiso agarrarse con fuerza a su nombre, quizás para conservar ella también la esperanza.
Para mí la parte más conmovedora de esta historia, es el encuentro con ella: las dos Ashas, la de Oriente y la de Occidente, las dos caras de la luna.
Ambas prometen no volver a perder el contacto, seguir siempre juntas, algo que creo han cumplido. Asha Meherkhamb, su hermana biológica, visitó en 2004 Barcelona, para conocer todos los aspectos de la vida occidental.