Un mujer (¿por qué siempre me cautivan las novelas narradas con voz de mujer) nos lleva a través de su vida desde su nacimiento en el barco en el que sus padres judíos escapaban de los nazis hasta su reinvención, con cambio de nombre incluido, como esposa y madre ideal americana. Rebecca/Hazel es una superviviente y su historia plagada de muertes violentas, amenazas y dramas, pero también de recuperaciones, es la de una mujer asustada e insegura que se convierte a si misma en un personaje de la vida que le gustaría vivir. Acuciada por el afán de alejar a su hijo de la miseria y los malos tratos no duda en reiniciar su vida una y otra vez y enfrentarse a cualquier obstáculo. A pesar de su miedo, a pesar de su terror.
Es un libro ideal para estas vacaciones lluviosas. Para estas ociosas tardes de primavera oscura. La historia, aunque lineal, intercala, pensamientos y recuerdos que nos llevan hacia atrás y otra vez adelante. Oates deja margen a la imaginación y allí en lo que no cuenta, en lo que solo esboza, radica la genialidad de esta novela. Os la recomiendo.