El exceso de sudoración se denomina hiperhidrosis. El sudor es uno de los mecanismos más importantes para disipar el calor corporal. Sin embargo, hay personas que producen sudor en cantidades mayores a las necesarias para controlar la temperatura corporal.
La hiperhidrosis puede ser generalizada, o sea, que afecta a toda la superficie corporal (menos frecuente) o localizada o focal (la más frecuente) afectando pies, palmas o axilas.
La hiperhidrosis puede afectar al 1% de la población. Implica una importante repercusión en la calidad de vida de las personas que la padecen, ya que las zonas afectadas pueden estar constantemente húmedas limitando en muchos casos su actividad laboral y social.
La hiperhidrosis no causa mal olor corporal. Este puede deberse a las bacterias que pueden aparecer si el sudor se mantiene en la piel durante largo tiempo.
Preguntas frecuentes sobre la Hiperhidrosis
¿Cómo funciona la toxina Botulínica para el control de la Hiperhidrosis?
La toxina botulínica bloquea la acción de las terminaciones nerviosas de las glándulas sudoríparas evitando que produzcan sudor.
Cómo se realiza el tratamiento?
Mediante el uso de agujas muy finas, se inyectan pequeñas cantidades de la toxina botulínica en la superficie de la piel afecta (manos, pies o axilas). El tratamiento dura entre 15-30 min y es prácticamente indoloro. En palmas y plantas, zonas más sensibles, se administra una crema anestésica 1 hora antes.
¿Cuándo comienza el efecto del tratamiento?
Dentro de la primera semana la mejoría es notoria.
¿Cuánto tiempo dura el efecto?
El segundo tratamiento es necesario cuando se percibe nuevamente un exceso de sudoración. Suele ocurrir entre los 4-9 meses.
¿Tiene efectos secundarios?
Generalmente son muy poco frecuentes y pasajeros. Se han descrito dolor leve en el sitio de la inyección. Síntomas pseudogripales, ya que la toxina botulínica es una proteína. Ocasionalmente disminución de la fuerza de los músculos de la mano, transitoria, por la difusión de la toxina hacia los músculos.
Testimonio de hiperhidrosis axilar
Inmaculada G. es una paciente con hiperhidrosis axilar que acudió que nos cuenta su experiencia.
– ¿De qué forma afectaba el exceso de sudoración en tu día a día?
Inma: de todas las formas (risas). El inicio del buen tiempo era un trauma para mí. Evitaba las prendas de color, siempre iba de color negro o blanco. Constantemente iba a los servicios a secarme. Utilicé todos los tipos de antitranspirantes y desodorantes. Era un suplicio.
– Y te decidiste a consultar a un experto…
Inma: por suerte! Yo no sabía que esto era un problema que tenía una solución médica. Se lo consulté a mi dermatóloga (Marta Vilavella) y me explicó en detalle mi problema y su solución.
– ¿El tratamiento es doloroso?
Inma: para nada! Yo soy muy miedosa, así que me pusieron una crema anestésica en las axilas durante unos 30 min. La verdad que luego no sentí absolutamente ni uno de los pinchazos. A los 20 min ya habíamos terminado
– ¿Qué cambió tras el tratamiento?
Inma: pues un cambio total. A los cinco días ya lo noté. Deje de mojar todas las camisas. Por fín empecé a usar ropa de color. Ahora me siento más relajada, no estoy pendiente del estado de la ropa, de si me miran. Estoy encantada!
– Repetirías?
Inma: Evidentemente!
En definitiva, la sudoración excesiva supone un problema social, que en algunos casos requiere medidas especiales, consulta si tu seguro médico cubre esta molesta afección. El tratamiento de la hiperhidrosis con toxina botulínica es una de las opciones, pero como siempre antes de realizar ningún tipo de tratamiento consúltalo con un médico.