<<Y, la verdad, pequeños, crecidos o mayores, jóvenes, ancianos o viejos, en la oscuridad todos somos iguales>>.
Es un libro inmenso, cargado de muerte, destrucción, soledad, compañerismo, maternidad, miedo, amistad, amor. Todos los personajes luchan por sobrevivir a una guerra que destruye territorios y familias, que arrasa con todo. En 'La historia' descubrimos una Roma situada a los márgenes del Tíber y a unos personajes que también se mueven en los márgenes de la ciudad y de la sociedad. En 'La historia' la Roma imperial desaparece: no vemos ni los grandes monumentos, ni las grandes fuentes ni sus esculturas prodigiosas. La desolación, la suciedad y el hambre son otros personajes de una novela excelsa, con una narradora que es testigo y sabe más de lo que cuenta.
El neorralismo y los toques de realismo mágico impregnan cada página de esta novela, a cada uno de sus inolvidables personajes: Ida, Useppe, Davide... Y tantos más que llegan y se van en las casi mil páginas de esta novela.
Elsa Morante cumplió la misión de contar una parte de la historia de Italia y de su gente. 'La historia' es una novela bellísima y deslumbrante, con uno de los finales más duros que he leído nunca.