El escritor Amos Oz dispone de una trayectoria tan sólida y tan premiada que se ha erigido en uno de los iconos de la literatura actual: Caballero de la Legión de Honor (1997), premio Israel (1998), premio internacional Cataluña (2004), premio Goethe (2005), premio Príncipe de Asturias (2007), premio Franz Kafka (2013) y varias veces candidato para obtener el premio Nobel son algunas de las distinciones que ha merecido su obra.Aún no había incorporado a este Librario ninguna obra suya, pero ha bastado que mi hermano Armando me regalase hace unas semanas el volumen La historia comienza (unos ensayos literarios que, traducidos por María Condor, publica Siruela) para que me animara de inmediato a hacerlo.La idea que subyace en estos diez trabajos es tan sencilla como curiosa: Amos Oz entiende que los autores establecen en los primeros párrafos de sus obras un “contrato inicial” (así lo llama) con los lectores, facilitándoles pistas sobre el tono, la intención e incluso el rumbo que el texto tomará a partir de ahí. Del lenguaje, la perspectiva y el ritmo de esas secuencias iniciales podrá deducirse o intuirse lo que vendrá a continuación. Para ilustrar la tesis se acerca hasta las páginas de Franz Kafka, Gabriel García Márquez, Anton Chéjov y otros excelentes prosistas, que va diseccionando casi palabra a palabra, con finura de cirujano.Un libro muy útil, también, por su prólogo y su epílogo, que contienen todo un ideario creativo y una declaración de intenciones literarias.
Muy recomendable para lectores inteligentes y para escritores que empiezan en el laborioso mundo de la creación.