La Historia Compartida…Por César del Campo de Acuña
Sean bienvenidos una vez más a La Historia Compartida, la sección de www.cincodays.com dedicada a las breves biografías de las más variopintas personalidades de la historia. Hoy les voy a hablar de otro de los más famosos piratas de la historia.
¿Por qué paso a la historia?: Henry Every, conocido como El Rey de los Piratas, pasó a la historia por ser uno de los pocos piratas en no morir en combate o ajusticiado y por tener un enorme éxito en sus empresas a bordo del Fancy, su barco (conocido anteriormente como Charles II).
¿Sabías que…?: No se sabe a ciencia cierta, como ya escribí anteriormente, cuando ni donde nació. Supuestamente nació entre 1653 y 1659 en Plymouth. Se enrola muy joven en diferentes barcos mercantes para servir como oficial. En 1688, en medio de la guerra entre Inglaterra y Francia, Every se alista en la Royal Navy ocupando el puesto de teniente en el HMS Rupert y el HMS Albemarle llegando a participar en combates en ambas fragatas. En sus años en la Royal Navy experimenta las penosas condiciones a las que hacen frente los marinos y los mandos de perfil bajo como el mismo: palizas, abusos, impagos que podían llegar a contarse por años y verse forzado a alimentarse con alimentos podridos así como terminar sus días como mendigo si resultaba malherido en combate eran el día a día en la armada de su graciosa majestad.
Dos años después, en 1690, abandona la Royal Navy (algo complicado en aquellos tiempos, a tenor de la cantidad de reclutas forzosos que la armada tenía en sus filas y a los que trataba prácticamente como esclavos) y decide lanzarse al lucrativo negocio de la trata de esclavos en las costas africanas sin licencia. Aquello no dura mucho.
En 1693, tras enterarse de que unos mercaderes ingleses preparan una misión azarosa pagada por la corona española, se enrola en el Charles II, de 46 cañones, bajo las órdenes de Charles Gibson. La misión consistía en atacar y saquear barcos y plantaciones francesas en el Caribe. Los mercaderes ingleses pagaban bien y garantizaban un sueldo mensual. A parte, les pagaron un mes por adelantado antes de salir de Inglaterra y les permitían quedarse con una parte del saqueo.
Se hicieron a la mar en agosto de ese mismo año. La primera escala del viaje era en La Coruña, donde tendría que recoger las patentes de corso para los barcos Charles II, James, Dove y el Seventh Son. En esa primera travesía empezaron a ir mal las cosas. En lugar de tardar las dos semanas previstas en llegar a La Coruña, tardaron cinco meses y por si eso fuera poco, cuando llegaron al puerto coruñés las patentes aún no habían llegado. Los días de espera a su llegada se convirtieron rápidamente en semanas y luego en meses. Los hombres empezaron a ponerse nerviosos y empezaron a pedir explicaciones y los atrasos de sus sueldos. Cuando el armador de la empresa recibió las quejas mando que encerraran a esos hombres en los calabozos del barco. Cuando otros hombres mandaron cartas a sus mujeres en Inglaterra para que demandaran sus sueldos, solo recibieron la terrible respuesta de que, aparte de no pagarles, ahora estaban en disposición del Rey de España, y que era responsabilidad suya pagarles o colgarles. Every comenzó a maquinar un plan para recuperar la libertad.
En mayo de 1694, Every, en compañía de otros marinos y a bordo de un bote, desembarcan en la ciudad. Allí toman contacto con otros marinos ingleses allí anclados. La noche siguiente, algunos de los hombres que acompañaron a Every, fueron hacia el James para traerse a otros amotinados al Charles. Desafortunadamente, el marino que estaba en cubierta esa noche no estaba con ellos y corrió a alertar al capitán del barco. Fue entonces, cuando 25 hombres del James echaron al agua el bote más grande y comenzaron a remar hacia el Charles. Every, viendo los disturbios desde lejos entro en acción y tras apresar al vigía acompañado de 24 hombres se hicieron con el Alcázar de la nave. Pronto, el resto de los conspiradores de los otros barcos comenzaron a llegar al Charles. Entonces, el capitán del James lanzo dos cañonazos al barco en el que estaba Every, lo que alerto a los españoles que estaban en la fortaleza en el puerto. Poco a poco y bajo el fuego de cañón de los españoles el Charles II comenzó a desplegar la velas y tras cortar el ancla salieron del puerto hacia la libertad.
Al día siguiente, Every les dio la oportunidad a los oficiales no amotinados de unirse a ellos. Estos rehusaron pero en lugar de matarlos y lanzarlos al mar, Every los desembarco en un bote junto a todos aquellos que no quisieran formar parte de aquella conspiración. Quedaron entonces 85 hombres en el barco. Every, en reunión con todos ellos, les dijo que en lugar de ir hacia el Caribe, donde tendría que lidiar con ingleses, españoles, franceses y holandeses, pondrían rumbo hacia el Océano Indico, donde podrían asaltar a los barcos de aquella zona y establecerse en Madagascar. La idea debió gustar tanto que no solo aceptaron, sino que además nombraron a Every capitán. Acto seguido le cambiaron el nombre al barco de Charles II pasó a llamarse Fancy.
Rumbo al Índico, Every y los suyos hicieron escala en la isla de Moia y en Cabo Verde donde saquearon tres barcos ingleses y consiguieron una nueva ancla para el Fancy. En 1695, un año después del motín en La Coruña, el barco de Every y su tripulación, ya asentados en Madagascar, saquearon al menos nueve barcos desde las pequeñas bases que tenían por la enorme isla. Los cargamentos no eran gran cosa; arroz, telas y algunas especias. Ansiosos por conseguir un gran botín, tras interrogar a uno de sus prisioneros, Every se enteró de que una gran flota zarparía desde Moca y que las embarcaciones, rumbo a Surat en la India, navegarían por allí. En los barcos, aparte de musulmanes regresando de la peregrinación a La Meca, muchos mercaderes con sus ganancias de un año entero estarían en esos barcos abarrotando sus bodegas con tesoros. Every decidió entonces asaltar la flota, en la cual además estaban los barcos del tesoro del Gran Mogol de la India.
En su camino al asalto/emboscada se toparon con dos balandros ingleses que operaban como corsarios y que tenían las mismas intenciones de Every. Un día después se toparon con tres corsarios americanos, entre los que se encontraba el célebre Thomas Tew. Every acordó con los cinco cosarios unir sus fuerzas y así, la pequeña flotilla pirata (cuatro balandros de seis cañones, un bergantín de seis y el Fancy de 46) se dispusieron para abordar los 25 barcos que habían partido desde Moca. Pero se les escaparon. La flota navego en sigilo por la noche y solo pudieron abordar un barco, lo que les llevo a tener que perseguir al resto por el golfo de Aden y el mar de Arabia. Al Fancy le costó tres días alcanzar a su presa. Uno de los balandros corsarios fue incendiado por ser muy lento y otro se perdió para no volver a ser visto. El barco que apreso el Fancy fue el Fath Mahmamadi, el cual, a pesar de ser mayor en tamaño, no fue rival para el barco pirata al tener tan solo 6 cañones a bordo. Tras una brutal andanada de 23 cañones y una de fuego de mosquete sobre la cubierta, el Fath Mahmandi se rindió. Más de 150.000 libras esterlinas en oro y playa cayeron en manos de los piratas, pero Every quería más y tras dejar a algunos de sus hombres a cargo del barco apresado prosiguió su persecución.
Dos días después, el Fancy acompañado de los balandros que quedaban sanos y el bergantín divisaron el colosal Ganj-i-sawai (el barco más grande de todos los que partieron de Moca). La nave, capitaneada por Muhammad Ibrahim y propiedad del gran mogol Aurangzeb tenía abordo 800 hombres sanos y 80 cañones. Ibrahim, a pesar de tener las bodegas a reventar y tener la presión de que el barco iba cargado de pasajeros, se sentía seguro en su fortaleza al contar más cañones que todas las embarcaciones piratas juntas. Para amedrentar a sus perseguidores ordeno una andanada. Las troneras se abrieron y las bocas de los cañones vieron la luz del sol dispuestas a hacer sangre en el enemigo. Pero la fortuna se alió una vez más con Every y sus hombres, ya que uno de los cañones del Ganj-i-Sawai exploto dejando totalmente inutilizada a toda la línea de artilleros al dejarlos maltrechos a causa de la metralla. El Fancy devolvió el fuego y una de las balas de cañón derribo el mástil de la mayor haciendo el caos cundiera aún más en la cubierta de la colosal nave y haciendo que este cada vez navegara más lento. Poco después, 100 piratas saltaban a la cubierta del Ganj-I-Sawai, el cual podría haber rechazado el ataque si Ibrahim no hubiera entrado en pánico encerrándose en su camarote y mandando a defender a las concubinas turcas que había comprado para defenderle. Hay quien dice que los hombres de Every y el propio capitán se comportaron como auténticos caballeros, pero lo dudo muchísimo. Lo que sí se sabe es que consiguieron un botín de más de 150.000 libras esterlinas en marfil, oro y plata. Se repartió el botín y cada hombre recibió mil libras, que equivalía a 20 años de sueldo como marino.
En 1695, el Fancy ponían rumbo a Nassau. Una vez allí Every le ofrece 860 libras al gobernador y el Fancy si les dejaba entrar a puerto y descargar la nave. Tras aquello, los piratas que asaltaron los Ganj-ISawai, buscados por la justicia se separaron y tomaron diferentes rumbos y empresas. Cuatro año más tarde, tras pasar por Irlanda y Escocia, Every desaparecía de la faz de la tierra. La leyenda dice que Every volvió a Madagascar, vivía en una gran mansión y comandaba un pequeño ejército de hombres libres. Otras teorías aseguran que murió arruinado y que no pudo pagar tan siquiera el ataúd en el que fue enterrado. Pero por el romanticismo pirata, prefiero creer en la que dice que creo una utopía pirata en Madagascar.
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