La Historia Compartida…Por César del Campo de Acuña
Sean bienvenidos una vez más a La Historia Compartida, la sección de www.cincodays.com dedicada a las breves biografías de las más variopintas personalidades de la historia. Hoy les voy a hablar de uno de los generales más importantes de Gengis Kan.
¿Por qué paso a la historia?: Subotai pasó a la historia por su habilidad militar, su capacidad para ascender por sus propios méritos, por la cantidad de poder que llego a amasar y por sus victoriosas campañas en Europa, China y Asia Central.
¿Sabías que…?: Como señalaba con anterioridad, Subotai es un claro ejemplo de la meritocracia impuesta en el Imperio Mongol. Hijo de un habilidoso herrero, Subotai se une al ejército de Gengis Kan en el 1190 (otras fuentes consultadas aseguran que fue entregado por su padre como sirviente a Gengis Kan a los 17 años de edad). Diez años después, a los 25 años de edad, gracias a su valor, habilidad e inteligencia es nombrado comandante. Su primera misión en esa posición llego en 1205/1206 y en ella Subotai tuvo que dar muerte a los hijos de un caudillo rival de Gengis Kan.
A pesar de ser un reputado estratega, el hijo de un herrero de la etnia Tuvá no tenía miedo a mancharse las manos en combate. Subotai arrasaba cada pueblo o ciudad a la que llegaba, aunque lo tuviera que hacer sobre un carro de combate especialmente construido para el debido a su peso. Se dice que El Perro de la Guerra del Gran Kan, era tan pesado que los pequeños caballos esteparios no podían soportar su humanidad y las pobres bestias terminaban con la espalda partida.
Se sabe que Subotai le dijo a Gengis Kan cuando le juro lealtad: te guardaré de tus enemigos como el abrigo te protege contra el viento (según J.J. Saunders, autor de The History of the Mongol Conquests). A pesar de ello hay quien dice que El Gran Kan comenzó a mirar con cierto recelo a su general por como incremento su poder en sus exitosas campañas y por ello le mando volver a la capital del Imperio. Esto, real o no, choca contra el hecho de que la mayor parte de su vida, desde que se convirtió en comandante, estuvo liderando ejércitos mongoles en el este de Europa, Asía Central y China.
Estuvo presente en el primer enfrentamiento/contacto entre europeos y mongoles. En 1221, persiguiendo al hijo del sha de Corasmia, Subotai fue enviado a explorar las regiones que llevaban a Rusia. Tras arrasar todas las ciudades que encontraba a su paso por Azerbaiyán, y de pasar el invierno en Armenia, Subotai entra en Georgia y derrotó al primer rey occidental con el que se topó: Jorge V de Georgia. Georgia, termino convertida en un reino vasallo del Imperio Mongol.
En sus campañas tomó la ciudad de Astracán (Rusia), capturo al príncipe ruso Mstislav Mstislavich, rindió a la ciudad asediada de Kaifeng (China), invadió Rusia y Ucrania y derroto a Bela IV de Hungría. Poco antes de que Ogodei Kan muriera, Subotai estaba planeando la invasión de Austria, el Sacro Imperio e Italia. Cuando se enteró de la noticia volvió a Mongolia y poco más se supo del temible general/comandante.
Fue un comandante extremadamente hábil. Los mongoles, a diferencia de los japoneses y europeos valoraban la inteligencia de sus comandantes en el campo de batalla antes que el arrojo y Subotai fue uno de los mejores estrategas de su tiempo. El comandante mongol fue uno de los primeros en entender el valor de las máquinas de asedio así de como maximizar su uso en el campo de batalla. Por otro lado, Subotai era capaz de planear una invasión un año antes de lanzarse sobre su enemigo haciendo uso de una extensa red de espías. Añadan que el mongol sabía leer las batallas como nadie y sabia adaptarse al momento para derrotar de manera más contundente a su enemigo, como ocurrió en la batalla de Mohi, donde dejaron una brecha en sus líneas para que los húngaros pudieran huir, sin saber que tras esa brecha se encontraba un cenagoso pantano que los atrapo y los dejo a merced de las flechas de los temibles arqueros mongoles.
Subotai no aniquilaba a todos sus enemigos. Una vez las cenizas de la batalla se habían asentado, y la cacofonía del saqueo era un vago recuerdo, el comandante mongol incorporaba a su ejército aquellas tropas especializadas de su enemigo que no habían caído en batalla. Miraba especialmente a los ingenieros, los cuales, con sus habilidades podrían ayudar a sus conquistas con mayor efectividad que cientos de hombres obligados a luchar bajo su estandarte y el del Gran Kan.
Gracias a su habilidad, en 1223, los mongoles dominaban Azerbaiyán y Georgia y habían sometido a los cumanos. Los principados rusos no tardarían en caer, como ya han podido leer. En 1232 acaba con los Tangut (etnia histórica que vivió en el sur de la Mongolia Interior en el punto final de la Ruta de la Seda).
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