La Historia Compartida – Tony Spilotro

Publicado el 16 noviembre 2016 por César César Del Campo De Acuña @Cincodayscom

La Historia Compartida…Por César del Campo de Acuña

Sean bienvenidos una vez más a La Historia Compartida, la sección de www.cincodays.com dedicada a las breves biografías de las más variopintas personalidades de la historia. Hoy les voy a hablar de uno de los mafiosos más peligrosos del pasado siglo.

¿De quién hablamos?: de Anthony John Spilotro, Anthony Spilotro, un gangster estadounidense nacido el 19 de mayo de 1938 en Chicago, Illinois. Fue asesinado el 14 de junio de 1986. Algunas fuentes/testimonios aseguran que ocurrió en Bensenville, Illinois mientras que otras afirman que sucedió en Enos, Indiana.

¿Por qué paso a la historia?: Anthony “La hormiga” Spilotro paso a la historia de la infamia por su carácter violento y por ser uno de los asesinos más eficaces de la Mafia durante la década de los 70. Sus “hazañas” fueron reimaginadas primero por Nicolas Pillegi y posteriormente por Martin Scorsese en la novela Casino y en su adaptación cinematográfica respectivamente.

¿Sabías que…?: Fue el cuarto hijo de seis de Pasquale Spilotro y su mujer Antoinette. El padre de Anthony emigro a los Estados Unidos desde Triggiano, una localidad de Bari, región de Puglia. Llego a la Isla de Ellis en 1914 pasa asentarse poco después en Chicago, ciudad en la que abriría el restaurante Patsy’s. En las mesas de su local se sentaron mafiosos tan importantes como Sam Giancana o Frank Nitti y algunos de ellos utilizaron el aparcamiento del citado establecimiento para organizar reuniones. Pasquale falleció a causa de una aneurisma a los 55 años de edad en 1954. Anthony tenía 16 años y ya llevaba algún tiempo tonteando, junto a algunos de sus hermanos, con el crimen aunque no le detuvieron por primera vez hasta 1955.

El año en el que murió su padre abandono el instituto Steinmetz. A pesar de su baja estatura (motivo por el cual le llamaban “La hormiga”) se convirtió en el matón del barrio entre los chicos de su edad ya que nunca rehuía una pelea y era extremadamente agresivo y violento. Sus primeros delitos consistían en pequeños hurtos y tirones de bolso, de hecho, cuando le detuvieron por primera vez en 1955 fue por intentar robar una camisa de un escaparate. Entorno a los 20 años de edad ya había sido arrestado en un buen número de ocasiones pero siempre por golpes pequeños e insignificantes de los que siempre se llevaba una tajada “la comisión”.

Sus contactos con el mundo del hampa florecieron rápido y entorno a la edad anteriormente mencionada fue “adoptado” profesionalmente por Sam “El Loco” DeEstefano, un asesino degenerado utilizado por la familia de Chicago como fuerza de choque debido a la especial habilidad que “El loco” tenía para torturar. Tanto los criminales como la policía tenían miedo de lo que DeEstefano era capaz de hacer. Y enseño bien a Spilotro. Juntos se encargaron de los ladrones conocidos como M&M Boys (Billy McCarthy y Jimmy Miraglia) los cuales habían asesinado a otros ladrones en la zona en la que los jefes de la familia vivían. Aquello fue una afrenta imperdonable y les echaron encima a El Loco y a la Hormiga. Para que McCarthy cantara donde estaba su socio le metieron la cabeza en una prensa y apretaron tanto que uno de los ojos se salió de su cuenca. Era 1962 y a finales de ese año encontraron los cadáveres putrefactos de McCarthy y Miraglia en el maletero de un coche en el South Side. No solo tenían los cuellos cortados sino que presentaban símbolos evidentes de tortura.

Curiosamente Spilotro fue el encargado de terminar con la vida de Sam DeEstefano. El Loco era un peligro para la organización (The Outfit) y Tony Accardo mando que liquidaran a aquel perro rabioso antes de que perjudicara a los intereses de la familia. Aparte de ser un asesino con especial habilidad por la tortura, DeEstefano era un traficante de drogas, extorsionador, exhibicionista, violador y pedófilo que no dudo en liquidar a su propio hermano cuando Sam Giancana se lo ordeno durante una cena en la que estaban los tres (Michael DeStefano, heroinómano reconocido llevaba tiempo robando a la familia debido a su adicción). No hace falta que les diga que Sam siguió cenando tras descerrajarle un tiro en la cabeza a su hermano. Su muerte llego a manos de su protegido el 14 de abril de 1973. Le pego dos tiros con una escopeta. Uno de ellos en el pecho. El otro en el hombro lo que hizo que casi se lo arrancara. Murió en el acto pero Spilotro nunca fue juzgado por ello.

A pesar de su conducta violenta y agresividad Spilotro tenía cabeza para los negocios, especialmente para el de la violencia. La familia de Chicago confiaba en él y le mando a Las Vegas en 1971 con el fin de que protegiera sus intereses en la ciudad del pecado (las familias estaban esquilmando a los casinos) y protegiera a Frank Rosenthal, el mejor apostador deportivo del país. Una vez puso los pies allí (junto a sus esposa Nancy y su hijo Vincent) se puso a trabajar y comenzó poniendo un impuesto callejero a ladrones, chulos, estafadores, prostitutas, traficantes de drogas, corredores de apuestas y cualquiera que se ganara la vida de manera turbia.

Pero aquello no le bastaba. Con unos cuantos chicos que se trajo de Chicago monto la banda conocida como Agujero en la pared (igual que la de El llanero Solitario) y por medio del butrón asaltaron las mejores joyerías de la ciudad. De aquellos golpes la familia de Chicago no veía un solo dólar y todo iba a parar al bolsillo de Spilotro y sus secuaces. Ese mismo año (1976) abrió la joyería The Gold Rush, Ltd donde vendía aparatos electrónicos (muchos de ellos robados) y joyas.

¿Y a que se debía esta imperiosa necesidad de ganar dinero? Más allá de la codicia personal y el hecho de que le gustaba ser un gangster Spilotro había malacostumbrado a Nacy, su mujer, pagándole todo tipo de lujos. Nancy en Las Vegas se descontroló. Bebía más de la cuenta y era normal verla conducir haciendo eses por el Strip. Por otro lado sus grandilocuentes peleas con su marido en las que el lanzamiento de objetos era moneda de cambio eran comunes. En cierta ocasión Nancy, se metió en un garito en el que paraban Los Angeles del infierno, el club motero con el que Hunter S. Thompson rodó algún tiempo. Bien, cuando Spilotro se entero fue allí con sus muchachos. Nancy estaba sobre la barra desnuda siendo regada con whisky. Aquello no gusto un pelo a La Hormiga y acto seguido se montó una tangana en la que los peligrosos moteros salieron trasquilados. Tras abrir unas cuantas cabezas con bates de béisbol, cortar algunos dedos y apuñalar a unos pocos Spilotro quemo el local con las motos de Los Angeles en su interior.

Spilotro estaba fuera de control. Su actitud, sumado a que tuvo un affair con la mujer de Frank Rosethal hizo que la relación entre ambos se congelara. Que Spilotro entrara en la lista negra de los Casinos del estado de Nevada tampoco ayudó. Esto último llego tras el juicio de  Aladino “Jimmy The Weasel” Fratianno.

La familia de Chicago no podía soportar aquella continua transgresión por parte de Spilotro. La Hormiga robaba a los turistas, asesinaba a gente de otras familias sin permiso, amenazaba a la policía, se quedaba con dinero, se acostaba con la mujer de Rosenthal y gracias a sus acciones algunos de sus chicos se habían convertido en informadores para las autoridades. Había que terminar con y había que mandar un mensaje. Joseph Aiuppa aprobó el asunto y entonces fue cuando Joe Ferriola, alias Mister Limpio, jefe interino de la familia de Chicago, llamó por teléfono a Tony Spilotro y a su hermano Michael para emplazarles a una reunión. Era el 16 de junio de 1986. Un maizal de Enos, Indiana. Un grupo de tipos armados con bates de béisbol molieron a palos a Anthony y Michael Spilotro. No les mataron. Los tiraron en una fosa y los enterraron vivos con una pala excavadora. Cuando encontraron sus cadáveres tuvo que reconocerlos por las prótesis dentales su hermano Pasquallino Spilotro, honrado y afamado dentista de la ciudad de Chicago.

El otro testimonio de la muerte de Spilotro, el que le une en sus últimas horas a Bensenville, Illinois, lo dio Nicholas Calabrese, el testigo estrella del juicio Family Secrets de 2007. Durante el juicio el mafioso convertido en informante dijo que los hermanos fueron asesinados, sin especificar como, en un sótano de la citada localidad.  Entraron en él, según Calabrese, esperando a que convirtieran a Michael Spilotro en un “Hombre hecho” un miembro de pleno derecho de The Outfit.

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