La historia de América Latina es la historia del despojo de los recursos naturales

Publicado el 09 septiembre 2015 por Monpalentina @FFroi

Eduardo Galeano
3 de septiembre de 1940 - Montevideo, Uruguay
13 de abril de 2015 - Montevideo, Uruguay
No me gusta solo por lo que dice. Me gusta Galeano porque vivió de acuerdo a lo que pensaba, aunque sea recordado por el mundo por su obra "Las venas abiertas de América Latina", que escribió a los 31 años y donde argumenta y resume el constante saqueo de los recursos naturales de la región por parte de los imperios coloniales. Coincide su publicación (1971) con una época plagada de enfrentamientos; su propio país sufre un golpe de Estado dos años después de publicarse el libro y la historia es censurada por los gobiernos golpistas de Chile (Pinochet) y Argentina (Videla).
Pero hay también pinceladas para el amor, la religión, el fútbol, historias de siempre de las que quiero hacerme eco aquí para los seguidores y amigos de Curiosón, en su séptimo aniversario.




  • El miedo nos gobierna. Esa es una de las herramientas de las que se valen los poderosos, la otra es la ignorancia.
  • El trabajo no vale nada, no hay plata que alcance, se hace el doble a cambio de la mitad. ¿Qué producen nuestros países? Brazos baratos. La realidad se vuelve chiste de humor negro: “Hay que apretarse el cinturón”. “No puedo. Me lo comí ayer.
  • La historia de América Latina es la historia del despojo de los recursos naturales.
  • No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los párpados. Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en la garganta.
  • No soy fanático ni religioso en política. No creo en el fanatismo, creo que los fanáticos deberían estar todos encerrados en el manicomio, porque son peligrosos.
  • Quien no está preso de la necesidad, está preso del miedo: unos no duermen por la ansiedad de tener las cosas que no tienen, y otros no duermen por el pánico de perder las cosas que tienen.
  • Yo les disparo a las etiquetas. Y cuándo me dicen escritor de qué. Yo digo: de todo, de cualquier cosa. O cuándo me dicen usted es poeta; respondo, no, no escribo poesía, o a lo mejor la escribo y no me doy cuenta, y eso me llena de alegría, porque la literatura que más me gusta es la que revela la poesía escondida.
  • El mundo se divide, sobre todo, entre indignos e indignados, y ya sabrá cada quien de qué lado quiere o puede estar...
  • Este es un mundo que te domestica para que desconfíes del prójimo, para que sea una amenaza y nunca una promesa.
  • El amor se puede provocar, dejando caer un puñadito de polvo de quereme, como al descuido, en el café o en la sopa o el trago. Se puede provocar, pero no se puede impedir. No lo impide el agua bendita, no lo impide el polvo de hostia; tampoco el diente de ajo sirve para nada. El amor es sordo al Verbo divino y al conjuro de las brujas. No hay decreto de gobierno que pueda con él, ni pócima capaz de evitarlo, aunque las vivanderas pregonen, en los mercados, infalibles brebajes con garantía y todo.
  • Escribo para los amigos que todavía no conozco. Los que conozco ya están hartos de escucharme.
  • En realidad, todos escribimos un solo libro, que va cambiando y se va multiplicando a medida que la vida vive y el escritor escribe. Para mí, Las venas fue un puerto de partida, no un puerto de llegada.
  • Yo creo que fuimos nacidos hijos de los días, porque cada día tiene una historia y nosotros somos las historias que vivimos.
  • Yo escribo para quienes no pueden leerme. Los de abajo, los que esperan desde hace siglos en la cola de la historia, no saben leer o no tienen con qué.
  • Sólo los tontos creen que el silencio es un vacío. No está vacío nunca. Y a veces la mejor manera de comunicarse es callando.
  • Al Norte y al Sur, al Este y al Oeste, el hombre serrucha, con delirante entusiasmo, la rama donde está sentado.
  • Arránqueme, señora, las ropas y las dudas. Desnúdeme, desdúdeme.
  • Vinieron. Ellos tenían la Biblia y nosotros teníamos la tierra. Y nos dijeron: "Cierren los ojos y recen". Y cuando abrimos los ojos, ellos tenían la tierra y nosotros teníamos la Biblia.
  • Sólo los tontos creen que el silencio es un vacío. No está vacío nunca. Y a veces la mejor manera de comunicarse es callando.”
  • Estamos en plena cultura del envase. El contrato de matrimonio importa más que el amor, el funeral más que el muerto, la ropa más que el cuerpo y la misa más que Dios.
  • Si Eva hubiera escrito el Génesis, ¿cómo sería la primera noche de amor del género humano? Eva hubiera empezado por aclarar que ella no nació de ninguna costilla, ni conoció a ninguna serpiente, ni ofreció manzanas a nadie, y que Dios nunca le dijo que parirás con dolor y tu marido te dominará. Que todas esas historias son puras mentiras que Adán contó a la prensa.
  • El torturador es un funcionario. El dictador es un funcionario. Burócratas armados, que pierden su empleo si no cumplen con eficiencia su tarea. Eso, y nada más que eso. No son monstruos extraordinarios. No vamos a regalarles esa grandeza.

Fuentes consultadas
www.frasesypensamientos.com.ar
www.bbc.com/
http://cultura.elpais.com
www.telesurtv.net/
http://listas.eleconomista.es
www.lanacion.com.ar/
http://akifrases.com/
@imagen vista en "cultura "El País"