Vuelve a ser jueves, así que, como ya sabéis, los jueves es vuestro día, el día de vuestros relatos. Hoy en la sección os traigo la historia de Ana Belkys, otra mujer que se ha reconciliado con su cabello natural después de años de desrizado, y ha decidido compartirla con todos nosotros.
Os invito a leer con atención su historia. Quizás alguien pueda sentirse identificado por haber pasado por algún proceso similar, espero que os guste.
La historia de Ana Belkys
Soy cubana. Desde niña, siempre me desrizaban el cabello con químicos muy fuertes. Siempre tuve el cabello largo de niña, pero al usar estos químicos, el cabello se debilitó brutalmente; nunca volvió a ser como antes.
Usaba muchas trenzas sueltas o pegadas, extensiones cosidas que eran muy lindas… pero mi pelo con esto se debilitaba más a pesar de que me crecía, pero crecía muy débil.
En mi país la gente ve feo que una mujer lleve el pelo al natural, no es común ver a una mujer negra natural. Así que, después de un tiempo usando extensiones cosidas, volvía a caer en los químicos para alisar mi cabello.
Actualmente vivo en Mexico. Desde que llegué aquí fue una odisea para mí, con respecto al cabello y al maquillaje (lo que es la base de maquillaje y los polvos de mi tono; pero bueno, eso es otra historia). En ninguna peluquería ni tienda había crema desrizante para mi tipo de cabello, y las peluqueras no manejaban este tipo de cabello.
Cuando me acercaba a una peluquería para preguntar por algún producto para hacer mi pelo manejable y me quitaba el pañuelo con el que andaba y los peluqueros o peluqueras veían mi cabello, yo creo que hasta se asustaban, ¡jijijiji!, por lo que decidí cortarme el cabello al uno, muy, muy bajito, después de muchos inventos que me hice (hasta una decoloración que acabó con mi cabello).
Una de las razones por la que no me dejaba el pelo afro era pensando que a mi esposo no le iba a gustar, porque yo creía que era un estilo de pelo a la antigua; pero para nada fue así. Mi esposo, al contrario, me alentaba para dejarme mi cabello. Dice que le encanta más mi cabello así aunque sea corto, duro y no sea brilloso como otros cabellos o como las pelucas, extensiones y trenzas que yo usaba. Dice que me veo más bella natural. Y, bueno, con su apoyo y de curiosidad, entré en Youtube buscando mascarillas para este tipo de cabello, encontré sus vídeos -buenísimos por cierto-.
Ya a diario me hago mis tratamientos y compro mis productos para que siga adelante el cabello. Me han ayudado muchísimo sus vídeos, y mi pelo ha mejorado en calidad y brillo, que ni yo misma me lo imaginaba. Todavía está corto, pero ahí va, creciendo poco a poco.
Ahora lo adoro. Voy por las calles segura de mí misma sin importarme el que me mire ni el que no le guste. Ésta fue una decisión que yo tomé, y lo que piensen los demás me da igual. Llevo en este proceso un año, y feliz por el proceso y la decisión. ¡Me encantan mis caracolitos!
Esta es la historia de Ana Belkys, una historia de reafirmación, de autoaceptación, que también os puede servir de inspiración y referente.
Si tú, como el resto de chicas que ya lo han hecho, quieres compartir tu historia en el blog, envíame un mail a flor@negraflor.com, con el asunto “Historias de las lectoras” con las fotos que quieras (si es más de una, yo haré una composición) y publicaré tu historia en el blog, y las fotos en el álbum de la página de fans y en el tablero de Pinterest.