Hoy os presento una nueva historia, que no sé si será la última porque, de momento, no he recibido ninguna más (ya, ya sé que hace varias semanas que lo digo, pero esta vez es verdad). Hoy quiero presentaros a Irania. Ella sigue el blog desde hace poquito y el primer comentario que me dejó en un post me llegó muy hondo (gracias, Irania), pero en seguida se animó a participar. Y no solo eso, sino que también decidió abrir su propia página en Facebook para compartir sus propios avances.
No quiero enrollarme más, así que os paso con la transcripción de su historia.
La historia de Irania
Había una vez, una niña muy coqueta que nació en una pequeña islita del Caribe. La mayor parte de su vida la vivió allí, hasta que decidió venir a estudiar a Madrid.
Desde muy pequeña siempre había tenido dos largas trenzas que le hacía su mami, hasta que fue adolescente y quiso estirarse el pelo con desriz, y a partir de ahí sus mejores herramientas para arreglar su pelo fueron los rulos, planchas, blower y muuuuucho tiempo.
Pero como a esta niña le gustaba cambiar de look, en ocasiones intentaba “medianamente” rizarlo con espumas y a base de abrir y cerrar la palma de sus manos ejerciendo presión sobre el pelo. Y digo medianamente porque el cabello no lucía nada hidratado y el rizo era un poco singular.
Su mayor sorpresa se la llevó viviendo en Madrid, siempre le decían guapa mientras iba con su pelo a medio rizar, entre ellos su marido, motor impulsor para que ella comenzara a verse diferente, a pensar que con el pelo rizado sería ella misma y que a el le encantaba. Muchas veces ella se extrañaba de que algunas compis le dijeran…ojalá tuviera tu pelo… que bonito lo tienes…e incluso le pidieran tocarlo.
Pasó el tiempo pasó y, con él, un águila por el mar, cuando esta niña comenzó a cambiar su forma de pensar, comenzó a suscribirse a canales en youtube que la ayudaron reforzar aún mas la conciencia de que los cabellos rizados naturales también son hermosos, y vaya que la animaron los videos de muchas chicas entre ellas Negra Flor, Dayli, Issa Quisqueya,Taren916,entre otras).
Esta historia aún no tiene un final porque Irania, así se llama la protagonista, desde hace once meses está en transición, cree que aún no es momento de cortar esas puntas, ya sabe que es difícil lidiar con esas dos texturas pero está segura que el resultado será muy reconfortante e increíble, por lo menos para ella. Con lo cual no querrá ponerle punto y final a esta historia, porque una vez que corte sus puntas será otra nueva etapa y habrá mucha tela por donde cortar.
Éste es el relato de Irania. Un relato que no tiene un final, y que se plantea como un aprendizaje constante, después de haber descubierto la belleza natural de sus rizos.
Si tú, como el resto de chicas que ya lo han hecho, quieres compartir tu historia en el blog, envíame un mail a flor@negraflor.com, con el asunto “Historias de las lectoras” con las fotos que quieras (si es más de una, yo haré una composición) y publicaré tu historia en el blog, y las fotos en el álbum de la página de fans y en el tablero de Pinterest.