La historia de la anestesia

Publicado el 05 abril 2019 por Carlosgu82

Antes de descubrir la anestesia, era habitual que cirujano entrara a la sala de operaciones con un par de botellas de whisky, una para el enfermo y la otra para él, a fin de soportar los gritos, pero el alcohol no era la unica “ANESTESIA” que se empleaba para mitigar el dolor durante las intervenciones; la mandrágora, el beleño, el opio o la marihuana se suman a esta lista de remedios amables, compartiendo objetivo con otros más agresivos como el estrangulamiento o la contusión cerebral hasta conseguir que el paciente perdiera el sentido.

Estos son los albores de la anestesiología, cuya historia empieza con el descubrimiento del éter y el óxido nitroso, a los que se sumaron a lo largo de los años otros gases como el cloroformo o el acetileno, por mencionar sólo algunos, en la búsqueda de un remedio que suprimiera el dolor llevando al individuo a un coma farmacológico reversible.

Primera intervención con éter 1275 se puede considerar el año de partida de LA HISTORIA DE LA ANESTESIA con el descubrimiento del vitriolo dulce –conocido desde 1730 como éter gracias al químico londinense August Sigmund Frobenius de la mano del alquimista mallorquín Ramón Llull, quien estaba experimentando con etanol y ácido sulfúrico.

Sin embargo, el trabajo de Ramón Llull no cuenta con el reconocimiento que tiene el realizado en 1540 por el farmacéutico alemán Valerius Cordus, quien sí está acreditado como promotor del método para sintetizar éter mediante la adición de ácido sulfúrico al alcohol etílico. Y, mientras este farmacéutico descubría algunas de las propiedades medicinales del éter, el médico suizo Paracelso revelaba sus cualidades analgésicas gracias a sus experimentos con pollos.

En la historia de la anestesia, tuvieron que pasar 300 años para demostrar que el empleo del éter en una intervención cumplía con éxito su objetivo: evitar el dolor al paciente.

Fue el 16 de octubre de 1846, cuando el dentista William Morton realizó una demostración pública de sus propiedades durante una operación quirúrgica, consistente en extirpar un tumor localizado bajo la mandíbula del paciente, realizada por el doctor John Collins Warren en el Hospital General deMassachusetts en Boston.

Para llevar a cabo la aplicación de la anestesia, Morton empleó un pequeño aparato, que él mismo había diseñado, consistente en una esfera de vidrio con fieltro en su interior y dos orificios: uno superior y otro inferior a través donde se introducía el éter y el otro del cual salía la boquilla que iba a la boca del paciente.

La intervención fue todo un éxito y la noticia viajó rápidamente por Estados Unidos y Europa, lo que llevó a Morton a querer registrar su hallazgo.

No obstante, el éter ya se había empleado como anestésico en 1842 por parte del cirujano estadounidense M. D. Crawford Williamson Long, cuando el estudiante James Vennable se sometió al bisturí de Long para extirparse dos tumores que tenía en el cuello. La operación resultó satisfactoria, sin embargo, Long no publicó sus resultados hasta 1849, lo que permitió que Morton y Jackson se adelantaran, asi surgio lo que se llamó anestesia.