Esta semana, sin hacer pausa desde el jueves pasado en el que conociste la historia de Brigitte, te traigo una nueva historia de otra lectora que se anima a compartir su testimonio en el blog. ¿Por qué esperar, verdad?
Así que, sin más dilación, paso a presentarte a Lianmi, que nos trae un relato con un principio un poco duro, pero que termina muy bien. Si quieres leerla, aquí la tienes.
La historia de Lianmi
Mi nombre es Lianmi Santana.
Soy dominicana tengo 30 años y vivo desde hace siete en los Estados Unidos.
Comienzo por decir que mi primer alisado fue cuando tenía unos ocho o nueve años de edad. Según mi mamá, no podía con todo mi pelo; pero yo, mirando fotos de niña, me veo un pelo domable.
El problema es que, de parte de la familia de mi madre, la única hija, nieta, sobrina, prima, etcétera con los moños malos era yo. Por eso desde niña me vi sumida en toda clase de burlas debido a mi cabello: dsede vaca motona hasta moños de ají titi iban los insultos…
Me alisaban mensualmente, se me caía el pelo a montón, me quemaban horrible cada vez que me alisaban. Para mí ese proceso era literalmente una tortura.
Cuando tenía 16 años decidí cortarme todo el pelo y dejármelo natural. Estoy hablando de 16 años atrás y en un pueblo de San Cristóbal (soy de allá). No tenía nada a mano ni conocimiento de cómo mantener este pelo que requiere tanta humectación. Sí me la pasaba con el pelo mojado o en trenzas; ¡pero era tan feliz!
Hasta que el no saber qué hacer con él y las incansables burlas me hicieron alisármelo una vez más y ahí empezó de nuevo el martirio: alisado mensual, blower semanal, etcétera.
Siempre he tenido ese amor por la libertad, por amarse uno mismo por encima de cualquier cosa. Por ser feliz y libre. Y siempre se veía un afro bello o unos rizos preciosos solo suspiraba. Pasado entró mi deseo de ser natural, de ser libre. Y fue así que, buscando, di con Afro Mío (Steph), Y ella fue mi mayor inspiración: mujer moderna, su color, textura de pelo y libertad son muy parecidos a mí.
Así que el 25 de septiembre de 2013, después de meses cortando el pelo al paso, de investigar ganar valor, decidí cortarlo. Lo que cortado tres veces más después de ahí. No me arrepiento. Si el existiendo personas con sus comentarios son burlas.
Lo peor de todo es que los latinos y negros somos los que más en contra estamos de nuestro origen. Me da pena, pero yo soy libre. Estoy dejando mis greñas vivir.
Hay días que sí son pesados, en especial cuando voy a salir; pero por lo general, todo bien.
Y no me arrepiento.
Ésta es la historia de Lianmi, otra mujer que ha decidido compartir su historia de liberación, como dice ella con nosotros. Lianmi ha aprendido a estar por encima de los comentarios desalentadores y a disfrutar de la comodidad y la libertad que siente llevando su pelo tal cual es.
Seguro que la historia de Lianmi te ha gustado, déjale tu opinión en la sección de comentarios.
Si tú, como el resto de chicas que ya lo han hecho, quieres compartir tu historia en el blog,envíame un mail a flor@negraflor.com, con el asunto “Historias de las lectoras” con las fotos que quieras (si es más de una, yo haré una composición) y publicaré tu historia en el blog, y las fotos en el álbum de la página de fans y en el tablero de Pinterest correspondiente.