DUCADO (del italiano ducato). Título o dignidad de duque. II Territorio que estaba sometido a la autoridad de un duque; estado gobernado por un duque.
— Metrol. Peso que se utilizaba, en Austria y en Alemania, para pesar las materias preciosas. (Equivalía a 3,491 g en Austria y a 3,459 g en Alemania.)
Numismática
El Ducado era una moneda de oro instaurada hacia 1140 por Roger II de Sicilia, como duque de Apulia, y difundida posteriormente por España, donde se introdujo en el s. xv.El nombre de ducado proviene de la última palabra de la leyenda de esta moneda, que dice: SIT TIBI CHRISTE DATUS QUEM TU REGIS ISTE DUCATUS, y con esta denominación comenzó a labrarse en Venecia entre 1280 y 1284, donde también se llamó zecchino. Su amplia difusión por Europa y países mediterráneos dio lugar a que fuese imitada en numerosos países y se convirtiera en unidad internacional. A diferencia de otras monedas, el ducado ofrece tipos diferentes según los diversos países en que se acuñó e incluso dentro de uno mismo. El introductor de este valor en la Península ibérica fue Juan II de Aragón, que comenzó sus emisiones en Zaragoza y Barcelona poco antes de 1477.
Su ley era de 23 3/4 quilates; la talla, de 65 1 /3 en el marco de Barcelona, y su peso, de 3,54 g, aprox. Se conocen ducados de este monarca que muestran al rey en majestad y escudo barrado, con las leyendas IOANNES DEI GRACIA CAR / REX ARAGONVM M S y, siglas que aluden a sus dominios. En Valencia se inició su acuñación en 1477, con tipos equivalentes. La implantación del ducado en la Corona de Aragón obedeció a la necesidad de poseer una moneda que facilitase su comercio exterior con los pueblos itálicos y musulmanes, pues en el interior tuvo que competir durante todo el s. xv con la especie florín, que era la verdadera unidad áurea del estado. Siendo esta moneda de menos valor que la nueva, la operación venía a constituir la revalorización de la unidad monetaria.
La hegemonía del ducado en Aragón tiene lugar en la primera mitad del s. xvi, ya que después cede su puesto al escudo, salvo en Barcelona, en que quizá por razones comerciales se mantiene como unidad hasta mediado el s. xvii. En Castilla el ducado apenas mantuvo su hegemonía durante cuarenta años, pero en cambio su introducción fue de gran trascendencia, por cuanto supuso la sustitución completa de su sistema monetario de oro. Al contrario que en Aragón, en Castilla se devaluó la divisa nacional para evitar su saca al extranjero. Frente a la unidad castellano (4,60 g) se introdujo la unidad ducado. Esta reforma tuvo lugar en 1497 mediante la pragmática de Medina del Campo, y en ella los Reyes Católicos acordaron labrar el excelente de la granada (7 g, doble ducado) con su medio y cuarto. La pieza mayor tiene bustos afrontados y escudo cobijado por águila; en derredor, la leyenda SVB UMBRA ALARVM TVARVM PROTEGE NOS DOMINE. El medio excelente (ducado) ofrece tipos equi-valentes, sin águila, y la leyenda QVOS DEUS CONIVNGIT HOMO NON SEPARET.
Los cuartos (medio escudo) contienen iniciales coronadas, una por lado, y leyenda alusiva a los monarcas. Se conocen numerosísimas emisiones de estos valores, en las que a veces se aprecian ciertas discrepancias con lo dispuesto en la pragmática, a causa de interpretar como excelente al ducado. En 1535, en el reinado de Carlos I, todavía se labraban piezas de esta especie, siempre con tipos y leyendas de los Reyes Católicos.
En 1543 se ordenó destruir en la ceca de Segovia los troqueles de estos «ducados de dos cabezas». Desde 1537 tuvo que competir con el escudo, que poco a poco se convertiría en la unidad áurea nacional. Fernando el Católico también acuñó ducados en sus reinos de Aragón. En Barcelona, con cabeza coronada y escudo coronado que contiene las armas de Castilla, León, Aragón y Sicilia, recibieron el nombre de principats y equivalían a 12 croats de plata. En Zaragoza los hay con tipos equivalentes o bien con reverso de escudo barrado. Se conocen cuádruples ducados. A veces la leyenda dice: TRIVNFATOR ET CATOLICVS CRISTIANIS. En Valencia labró dos especies, según los tipos. Una con busto real y escudo romboidal barrado; otra con bustos afrontados (como en Castilla) y escudo con las armas de Castilla y León en los cuarteles 1.0 y 4.° y de Aragón y Sicilia en los 2.° y 3.0 Las leyendas dicen, respectivamente: FERDINANDVS DEI GRA-CIA REX / VALENCIE MAIORICARVM SE [rdinie] y FERDINANDVS ELISABET REX CA [stelle] / VA-LENCIE MAIORICARVM. También hay dobles ducados, medios y cuartos. Los medios contienen FY coronadas y escudo barrado. Tras la muerte de Isabel, Fernando acuñó otros medios ducados con F coronada en anverso.
Mallorca fue el reino español que inició más tardíamente la acuñación de ducados, pues los más antiguos datan de 1508. Tienen busto real y armas de Castilla, León, Aragón y Sicilia, con cruz patriarcal arriba. También se conocen medios ducados.
Los primeros ducados navarros parecen corresponder a Catalina y Juan de Albret (1483-1512), que emitieron con el tipo de bustos afrontados. Incorporado el país a Aragón, Fernando el Católico labró otros en Pamplona con busto real y escudo con cadenas, y las leyendas SIT NOMEN DOMINI BENEDICTVM y FERDINANDVS DEI GRATIA REX NAVARRE E ARAGONVM. Hay múltiplos y divisores. La hegemonía del ducado en Barcelona advino con el reinado de Carlos I, apreciándose unas anomalías muy curiosas : se introdujo el excelente (doble ducado) y siempre con los bustos afrontados, modalidades ambas que no se dieron durante el reinado de Fernando el Católico; por el contrario, las leyendas son: IOANNA ET CAROLVS REGES ARAGONVM y COMITES BARCINONE P V fecha. Los reversos son muy variados : blasón casi cuadrangular, con barras, cruz de Jerusalén, y águilas, en fajas pero no en cuarteles; columnas de Hércules sobre ondas, junto con eslabón, bastones de Borgoña con centellas, montañas y dos F, y alrededor PLVSOLTRE; otros, en fm, muestran escudo grande en que constan todos los dominios del emperador, acompañado de cifras romanas que especifican su equivalencia en sueldos barceloneses. Los valores conocidos van del cuádruple ducado al medio, éste con ic (iniciales de los reyes) y escudo barrado. A principios del s. xvii el ducado recibió el nombre de florín, y siguió la acuñación de excelentes, que, al subir a 30 reales, se denominaron treintines. Montados a 33 se labraron tercios (2,33 g), llamados onzens por su valor en reales. Éstos contienen busto de Felipe III y escudo barrado entre XI-R. La acuñación de excelentes o treintines llegó hasta 1632 por lo menos, según las fechas que constan en las piezas. Ahora el escudo de reverso sólo contiene las armas de Castilla, León, Aragón y Sicilia, más una granada en la punta, pero se reinstauran las típicas leyendas castellanas de Fernando e Isabel. Los onzens se labraron hasta 1641. Durante la edad moderna, Valencia continuó la acuñación de ducados hasta 1577, coexistiendo con los escudos desde 1544. Parecidas circunstancias se dieron en Mallorca, que emitió dobles ducados durante el reinado de Felipe II. En Aragón, además de ducados y medios, se labró una pieza gigantesca de 100 ducados (año 1528), que es la más grande de nuestra historia monetaria. Mide 81 mm de diámetro y su peso es de 350 g. En el anverso aparecen los bustos afrontados de Juana y Carlos, entre C-A, siglas de Zaragoza, y arriba la fecha citada; en el reverso, escudo barrado y coronado entre 1.-5, maestro de la ceca, y abajo ARAGONVM. Leyendas: IOANNA ET KAROLVS REGES ARAGONVM TRIVNFATORES ET KATOLICIS IOANNA ET KAROLVS EIVS FILVS PRIMO GENITVS DEI GRACIA RX. Desde 1564 parece que se acuñaron escudos exclusivamente.
Guerra de los ducados
Ducados (GUERRA DE LOS), conflicto que opuso en 1864 Dinamarca a Prusia y Austria, para la posesión de los ducados de Schleswig, de Holstein y de Lauenburg.
En estos tres ducados el rey de Dinamarca reinaba a título personal y como duque; pero mientras que Holstein y Lauenburg estaban habitados por alemanes y formaban parte de la Confederación germánica desde 1815, Schleswig estaba habitado casi en la misma proporción por daneses y alemanes y se hallaba excluido de la Confederación. Esta situación, bastante compleja, estaba agravada por las diferencias que existían entre el derecho sucesorio del reino de Dinamarca, que reconocía la aptitud de las mujeres para reinar, y el de los ducados, que sólo admitía la transmisión del título ducal en línea masculina (a partir del s. xv).
Para evitar que una sucesión femenina separase definitivamente los ducados y el reino, y para simplificar la administración, los reyes de Dinamarca Cristián VIII, en 1846, y Federico VII, en 1848, se propusieron incorporar estrechamente Schleswig al reino (constitución del 28 enero 1848), lo que provocó violentas reacciones entre los medios alemanes: carta abierta de los profesores Waitz y Droysen, de la universidad de Kiel; reivindicación de los ducados por parte de Alemania en el congreso de germanistas de Frankfurt (1846); sublevación de los alemanes de los ducados (febr. 1848), que dio lugar a la constitución de un gobierno provisional en Kiel (23 marzo 1848).
Este último llamó al príncipe Cristián Augusto de Augustenborg para que reinara. Prusia intervino rápidamente para sostener la acción de los alemanes de Schleswig, mandados por el general prusiano Von Bonin. Entonces Holstein fue invadido por el ejército prusiano y, posteriormente, por los confederales, reclutados por el parlamento de Frankfurt. Estas tropas, mandadas por Wrangel (1848), y luego por Prittwitz, no consiguieron vencer la resistencia de los daneses, que triunfaron en Düppel (junio 1848 y abril 1849), en Kolding (23 abril 1849) y en Fredericia (5 julio 1849). Los combates se prolongaron hasta 1850, aunque interrumpidos frecuentemente por largos períodos de armisticio, provocados por la intervención de las grandes potencias y en particular de Gran Bretaña (armisticio de Malmó del 26 ag. 1848).
Finalmente, a pesar de la oposición del parlamento de Frankfurt, para quien el problema de los ducados era la ocasión de afirmar su existencia, la cuestión fue reglamentada por el protocolo de Londres, que dio la administración de los ducados al rey de Dinamarca, y obtuvo, a cambio de una compensación, la renuncia del duque de Augustenborg a sus derechos sobre los ducados, a condición de que su estatuto personal no fuese modificado (1852).
Sin embargo, los soberanos daneses no renunciaron a unificar sus estados. Federico VII concedió la autonomía legislativa, administrativa y militar a Holstein y a Lauenburg, incorporó Schleswig al reino (patente del 3 marzo 1863) y preparó una constitución unitaria, que su sucesor Cristián IX de Glücksburg cometió el error de publicar tres días después de su advenimiento, sin antes haberse asegurado el apoyo de las grandes potencias (18 nov. 1863).
La dieta de Frankfurt, que no había firmado la convención de Londres, votó la ejecución federal (7 dic. 1863), y sus tropas ocuparon Holstein y Kiel, donde instalaron a Federico de Augustenborg, que pretendía hacer valer sus derechos a pesar de la renuncia de su padre en 1852.
Bismarck, con el pretexto de defender a la minoritaria población alemana y para demostrar las cualidades del ejército prusiano, al que acababa de reformar, declaró la guerra a Dinamarca y tuvo como aliado obligado a Austria (en. 1864): el 1 de febrero de 1864 entraron en campaña 90 000 austroprusianos, para obligar a Dinamarca a renunciar a Schleswig. El ejército danés, con 35 000 hombres, evacuó Schleswig y se atrincheró en las líneas fortificadas de Düppel (marzo). Allí resistió durante cinco semanas, pero el 18 de abril Düppel fue asaltada por el príncipe Federico Carlos, mientras que Fredericia fue tomada el 29 de abril por los austríacos. El 9 de mayo la flota danesa de Suenson triunfó sobre la escuadra austroprusiana en Heligoland. El mismo día los daneses, ante la ocupación casi total de Jutlandia por los austroprusianos, pidieron la paz. Esta corta campaña permitió a Bismarck y a Moltke entrenar sus tropas y juzgar el valor del ejército austríaco, contra el que combatieron dos años más tarde. (V. Guerra AUSTRO-PRUSIANA.)
Dinamarca tuvo que ceder los tres ducados indivisos a Prusia y a Austria, mientras esperaba que se decidiera su futuro (tratado de Viena, 30 oct. 1864). Bismarck anuló la candidatura del duque de Augustenborg, fundándose en la renuncia de 1852; la situación de los ducados fue reglamentada por la convención austroprusiana de Gastein (14 ag. 1865) la administración de Holstein fue confiada a Austria; la de Schleswig a Prusia, que se hizo ceder además Lauenburg (contra una indemnización) y Kiel, con el derecho de construir un canal a través de Holstein y de conservar una carretera estratégica para asegurar el paso de sus tropas.
De esta forma Bismarck, a la vez que se erigía en campeón de la nación alemana, adquiría posiciones capitales a orillas del Báltico y preparaba hábilmente el futuro conflicto austroprusiano. Austria pidió a la dieta que tomase de nuevo bajo su custodia los ducados, pero Bismarck, con el pretexto de que esta potencia administraba mal Holstein, de que provocaba perturbaciones en Schleswig y de que quería restablecer al duque de Augustenborg, hizo invadir Holstein (junio 1866): de esta forma empezó la guerra austroprusiana.