Hoy es jueves, y os presento la historia de Sila, dentro de la sección Historias de las lectoras. La semana pasada os dije que hoy publicaba la última historia. ¡Pero no! ¡Tenemos oxígeno para una semana más! Y esto es porque otra mujer se ha animado a facilitarme su historia. ¡Ayudadme a darle más oxígeno a la sección! Enviadme vuestras historias, va, no seáis remolonas… ni remolones, que todavía estoy esperando a ver a algún chico por aquí.
Bien, centrémonos. Hoy la protagonista es la historia de Sila, así que no me voy a entretener más y os dejo con ella.
La historia de Sila
Esta es la historia de Sila, de cómo se reencontró con sus rizos naturales y de cómo, poquito a poco, va aprendiendo a manejarlos y a saber qué le gusta más a su pelo y qué no. Si tú, como el resto de chicas que ya lo han hecho, quieres compartir tu historia en el blog, envíame un mail a flor@negraflor.com, con el asunto “Historias de las lectoras” con las fotos que quieras (si es más de una, yo haré una composición) y publicaré tu historia en el blog, y las fotos en el álbum de la página de fans y en el tablero de Pinterest.Mi nombre es Sila Rosa Salas, soy colombiana casada con un español hace cinco años. Vengo a España una vez al año, naturalmente en verano, y mi historia es la siguiente:
Desde noviembre del año pasado dejé de alisarme con productos químicos, pero seguía usando secador y planchas. A finales de año, me hice unas mechas que se vieron divinas la primera semana. Ya después se me iba partiendo el cabello por donde lo tenía más claro. Al segundo mes de tener las mechas, me hice un tono castaño en todo el cabello; se oscurecieron un poco mis mechas, pero el pelo seguía cayéndose.
En el mes de abril, un mes antes de venir para España, me coloqué un tono oscuro, un castaño medio para ser exacta. Seguía alisándome con planchas y secador. Cuando me lavaba el cabello, veía cómo mi cabello natural iba saliendo y, al ver que la plancha y el secador no me servían, empecé con pelucas, pero las utilicé poco porque me daban mucho calor.
Un día después de mirar varios foros de cabello afro y sus cuidados, me decidí y me hice el gran corte. Era el 14 de julio de 2013. El primer sorprendido fue mi esposo, que me dijo “¡¿Pero qué te has hecho?!”
Como no sabía los productos que tenía que utilizar, el afro mío se veía muy raro. Seguí mirando y ya sé cómo manejarlo.
Mi producto favorito es el aceite de coco, y el gel de linaza me va muy bien ¡y define mis rizos! Ahora los adoro, y mi esposo está más contento que yo: ¡le encantan! Y varias amigas me han dicho que me veo más joven.
Poco a poco voy descubriendo productos. Eso sí: antes de comprarlos, primero les pregunto a las chicas si son buenos o no, como a Key, de Afroestilos, Princesas afro, Anyelineful Youtube, y desde hace un tiempo estoy viendo tus vídeos. ¡Me encantan!