En lugar de hablar del regreso de Harrison Ford a la ciencia ficción con motivo del estreno de El Juego de Ender, en Estados Unidos se ha liado una bien gorda por culpa del autor de la novela en la que se basa la película, Orson Scott Card. Y es que resulta que el escritor mantiene abierta una cruzada contra la comunidad homosexual, promoviendo eventos anti-gay y realizando escritos como éste, en el que afirma no querer homosexuales en la Iglesia mormona, de la que es miembro. Con semejantes antecedentes, diversas asociaciones no han dudado en promover un boicot al estreno de la cinta que produce Lionsgate, animando a los espectadores con sentido común a no contribuir a que este hombre se enriquezca con el dinero de sus entradas. El problema, como señala el medio The Wrap, es que el daño ya está hecho.
La noticia completa, las primeras impresiones de la crítica y el tráiler final de la película, tras el salto.
La publicación estadounidense asegura que Scott Card vendió los derechos de su saga literaria hace 10 años y que encima recibió 1,5 millones de dólares adicionales por escribir un guión que finalmente no fue aprobado. Es decir, que él ya ha cobrado lo que estaba estipulado y no existen indicios de que su contrato contemplará también un porcentaje de los ingresos de la película. Además, desde Summit Entertainment, distribuidora de la cinta, han animado a Harrison Ford y al resto del reparto a que muestren de forma pública, durante la promoción de la cinta, su distanciamiento de las ideas del autor.
El Juego de Ender ha recibido críticas bastante tibias por parte de la prensa estadounidense (un 51 en Metacritic), que la acusan de ser excesiva y demasiado adolescente. A nuestro país llegará el 8 de noviembre.