Con la última clase llego, la hora de entregar las notas.
Yo estoy feliz por las que mis hijos han sacado, pues en el caso de la pequeña implican una gran adaptación al inicio escolar (cosa que me preocupaba mucho hace 9 meses) y en el mayor por que sus notas son un reflejo de su afán de superación.
En ambos casos, me enorgullecen sus notas por que muestran que el avance de cada niño tiene mas que ver con la madurez propia de la edad, que con la edad que entran en el colegio.
Si os fijáis, en ningún momento he mencionado objetivos conseguidos o notables, suficientes o bienes...¿por que?
Por que no me interesan mas allá de lo que ello conlleve para mis hijos.
Por ejemplo:
Me hubiese importado que mi hijo repitiera curso por que eso supondría que tiene que despedirse de sus compañeros, repetir lecciones que le han resultado tediosas, adaptarse a nuevos compañeros y profesores y en cierto modo ser "señalado" por no seguir el ritmo.
Me hubiera importado que mi hija no hubiese cumplido los objetivos académicos marcados, por que para ella, significaría mayor presión a lo largo del siguiente curso por tenerlos que alcanzar para igualarse con el resto de niños.
Nada mas me importa, que mis hijos pasen por su etapa escolar con la mayor de las alegrías, que la disfruten y aprendan lecciones de vida y no solo conocimientos.
No me importa el valor numérico de las notas, por que se cuanto se han esforzado por lograrlas y cuanta era su ilusión por lograr su objetivo.
Pero ayer me daba mucha pena ver a todos los niños sacando la carpeta de las notas casi sin llegar hasta donde estaban sus padres, esperando veredicto, por que desde la escuela y sus hogares y con cada comentario al respecto, les estamos mandando un mensaje equivocado de competencia.
Las notas NO lo son todo, NO son la calificación a su personita, solo son un compendio de valores pre-asignados que dependen de un montón de factores.
Hacerles entender esto a vuestros hijos, les estaréis haciendo un enorme favor .