Con los más pequeños lo tenemos claro, sabemos que la hora del recreo es muy importante, no sólo para que se coman su snack a mitad mañana, sino para que paren, jueguen y disfruten de un rato de juego con sus amigos. Pero cuando nos hacemos mayores, nos lo saltamos, tanto el comer algo a media mañana, como hacer una parada. Pero una parada real. Un desconectar, reír, correr, charlar, quemar energía, para luego volver con muchas más gana.
Echo la vista atrás y me acuerdo de jugar con mis amigas de siempre a la goma, a churro va, a la cuerda, a Alto al fuego, montar un club secreto. Miles de juegos, mientras nos deleitábamos con el almuerzo que ese día nos ponía mamá.
¿Os imagináis que tuviéramos columpios como en el cole en las oficinas? ¿Qué pudiéramos tirarnos por el tobogán? Que no tuviéramos que tomarnos un café delante de la pantalla del ordenador.
¿Por qué no pensamos un poquito en nosotros y en que esos 20 minutos nos pueden dar la energía que nos hace falta para continuar trabajando con energía y alegría?
Yo procuro introducir a mis hijas en una alimentación equilibrada y saludable, y si además, ese momento puede ser divertido mucho mejor. Babybel se ha caracterizado por esos quesitos, que les encantan a los más pequeños, y que además, abrirlo se convierte en otro momento entretenido y del que podemos hacer un momento más en familia.
Cada vez más marcas nos hacen darnos cuenta de que los mensajes que les envíamos a los niños son totalmente aplicables para nosotros. Desde Babybel, nos traen un vídeo emotivo y evocador, en el que nos muestran lo que nuestros hijos piensan de nosotros, del poco tiempo que tenemos para descansar. Preparad los pañuelos, yo me he emocionado mucho al final.
*Post en colaboración con babybel*