La huelga de deberes. O de cómo mezclar churras con merinas.

Por Conmdemamá @CONMDEMAMI
Llevo semanas, como todos los que estamos metidos en el mundo educativo por una u otra razón, oyendo y leyendo comentariossobre la famosa huelga de deberes. Hasta ahora no me había parado a leer con detalle en qué consistía la huelga. Ayer por la noche saqué un huequito para leer uno de los tantos artículos que me habían llegado al respecto, y que os dejo aquí para que podáis leer:
Huelga de deberes
Pues, ¿qué queréis que os diga? Que a mí estas cosas, como madre, me ofenden, y me ofenden un rato largo. O igual es que al no entender que con tanto por lo que manifestarnos elijamos justo eso, me afecta al humor. No, de verdad que no escribo desde mi faceta de maestra, por eso publico aquí y no en TICHININGLISH. Como maestra me queda pendiente, no creáis. Pero sigo, y me explico, como madre. 

Resulta que a mí, como madre, me parece bastante absurdo que una asociación de padres pida huelga para así poder ir al teatro en familia, hablar de cosas importantes, escribir postales a los abuelos, planear excursiones de domingo o hacer magdalenas. ¿En serio? ¿Por qué? A mí no me hace falta una huelga para hacer todas esas cosas, porque en mi familia YA LAS HACEMOS. Y cuando no las podemos hacer, pues tampoco pasa nada, que las circunstancias a veces mandan y hay que aguantarse, la vida misma. Pero vamos, que no necesitamos una excusa externa para justificar nuestros momentos familiares o no familiares. ¿De verdad hace falta que nuestros hijos no tengan deberes para poder sacar un rato de buena conversación, o de cine, o de salida en bici o de limpieza en comuna? Pues qué lástima.Tengo ganas de ver qué pasa cuando se aniquilen los deberes para siempre y haya que buscar otro motivo de rebelión para excusar nuestra falta de tiempo con nuestros hijos, o nuestra falta de ganas. Ojo, que yo no digo que haya o no haya razón para quejarse de los deberes, no vayáis a crucificarme tan pronto, que en ese sentido ni siquiera me he pronunciado. Pero creo que esto es como mezclar churras con merinas. Si nos manifestamos en contra de los deberes, creo que en principio hacemos referencia al sistema educativo actual. Entonces, ¿por qué hay propuestas de actividades en plan familia feliz inundando las redes sociales como señal de la insumisión más absoluta y, sin embargo, no hay montones de peticiones recogiendo firmas que pidan un cambio en el sistema ya? 

(Imagen tomada de http://www.lavanguardia.com/vida/20161102/411507397402/huelga-deberes-noviembre.html)


A mí, si fuera a quien tiene que llegarle el mensaje, me daría risa, por la falta de conexión entre la A y la Z, básicamente. 
Puestos a manifestarnos, yo, como madre, me manifestaría en contra de la mierda vergüenza de sistema educativo que tenemos, de la falta de valores así generalizada en el colectivo humano, de los políticos de risa que dicen que nos gobiernan o que se rifan el gobierno mientras toman café, de esos mismos políticos que mientras rematan el café se sacan otra ley educativa de las manos en la que se contempla de todo menos al que la padece: nuestros hijos. No sé, pero yo encuentro un montón de motivos para hacerme oír, movilizarme y salir a la calle antes que hacer huelga de deberes para llevar a mi hija a dar un paseo. Pero insisto, que igual no lo entiendo porque, haya que hacer tareas o no, nosotros ya salimos a que nos dé el aire, en familia, sin la necesidad de inspirarnos en fotos de actividades programadas ni en consejos encontrados por las redes sociales, y nos preocupa mucho más que el sistema educativo vaya de moderno y esté lleno de lagunas, mientras las metodologías que se usan en las clases siguen ancladas en el siglo XIX y no se adaptan a las necesidades reales de los tiempos que corren. Y con todo esto, se me ocurre, ¿hacemos una huelga indefinida? ¿De qué? Pues se me antojan muchos leit motiv, pero ninguno tiene que ver con deberes, así que, como madre, pensándolo bien, igual me quedo sola.


CON M DE MAMÁ y C de CHURRAS CON MERINAS