Hoy, al filo de las 5,30 de la mañana, la huelga de Transportes Urbanos de Sevilla ha sido suspendida, con los que los servicios de líneas estarán restablecidos y funcionando con total normalidad durante toda la Feria.
Tras la reunión mantenida ayer en la sede provincial del PSOE en Luis Montoto entre los representantes de los trabajadores y Susana Díaz, secretaria de organización a nivel regional, el presidente de Tussam, Francisco Fernández, el secretario de Organización del PSOE de Sevilla, Enrique Cousinou, y el secretario de Política Institucional del PSOE de Sevilla, Francisco Javier Fernández de los Ríos, se ha alcanzado un acuerdo que ha servido como base para la suspensión.
El tiempo y los hechos ponen siempre a cada uno en su sitio. A pesar de los constantes y desesperados esfuerzos de Guillermo Gutiérrez, ya ex vicepresidente de Tussam, por boicotear y reventar la reunión e impedir el acuerdo –aquí siempre hemos mantenido, y al final con razón, que él era el primer interesado en que la huelga se produjese, cosa que tendría que explicar a los ciudadanos por vergüenza– se ha impuesto el sentido común y se ha desactivado una huelga del todo innecesaria y sin sentido.
Como dice Miguel Pereira, portavoz de las centrales sindicales, en este vídeo, la suspensión se ha llevado a cabo a cambio de nada. No había una petición económica detrás, como pretendió hacer creer Gutiérrez a los sevillanos, sólo una reivindicación del carácter público de la empresa y una defensa de los puestos de trabajo. Ahora se comenzará a negociar un plan de viabilidad desde cero con las esperanzas de encontrar una vía para salvar la empresa y el futuro de miles de familias.
A los medios de comunicación que han acribillado literalmente a quienes trabajamos en esta empresa cumpliendo fielmente los designios de la mano que les da de comer se les debería de caer la cara de vergüenza ante el ejercicio indigno y descarado de manipulación de la opinión pública que han llevado a cabo. Pero vergüenza es precisamente lo que no tienen, como tampoco tienen la dignidad y la honradez que han demostrado en todo momento los trabajadores llevando a cabo una lucha ejemplar.
Al final, cada uno se encuentra en el sitio en el que debe estar, aunque pasará mucho tiempo antes de que se restañen las profundas heridas que ha producido entre los trabajadores la verborrea violenta y provocadora de un tipo cuyo único interés, aparte del personal, era reventar una empresa que ha sido siempre un modelo a la hora de afrontar tiempos difíciles y de crisis.
La empresa de transporte urbano municipal de Sevilla es un emblema de la cultura del dialogo, el compromiso, la responsabilidad y la concertación entre partes, que se ha prolongado en el tiempo durante sus más de cincuenta años de existencia. Son miles las personas que han dado su vida –muchos ya no están desgraciadamente entre nosotros– para que ese bagaje de cultura empresarial perviva en el tiempo y sirva de acicate a los que se van incorporando a ella. Tratar de destruir sin motivo alguno ese patrimonio de todos es cuanto menos un ejercicio de irresponsabilidad que no tiene precio. Y eso han tratado de hacer Gutiérrez y Arizaga en base a unos intereses oscuros por los que algún día tendrán que rendir cuentas.
Los trabajadores han sabido afrontarlo con dignidad con la legitimidad de las únicas armas que la ley les otorga. Es como para felicitarse sinceramente por ello.
En el vídeo que acompaña el post podéis comprobar cuánto de cierto hay en todo esto y la indignidad de algunos, que además cobran salarios millonarios, ellos sí, que salen del bolsillo y del esfuerzo de todos y cada uno de los sevillanos. Desgraciadamente, para ellos no es aplicable esa demanda constante de la patronal de abaratamiento del despido, porque si se van se llevan por delante sus indemnizaciones millonarias establecidas en los contratos firmados. Da lo mismo, pagamos todos.