Hace un tiempo en mi facebook posteé lo siguiente: "Si cada uno de nosotros hiciera algo generoso por otro ser (humano o no humano) la energía maravillosa que se generaría en el planeta sería ¡disfrutada por todos!" Y no pude evitar darle vueltas durante los días posteriores porque sigo impresionándome con lo egoísta que el ser humano puede llegar a ser.O... ¿Es muy tonto lo que estoy diciendo? Siento que cada vez que aparece alguien con sentimientos ególatras, ambiciosos, detestables... Está involucrado el dinero. Luchamos cada día por conseguirlo, en cantidades que quizás no son necesarias, pensamos en nuestros logros, en lo que soñamos y obviamente esto no es malo pero, cuando pasamos por arriba de nuestros valores y la ética, ¿sigue siendo válido? No cuestiono querer tener cosas, querer ser más y lo que soñamos, cumplirlo; yo también tengo mis ambiciones. Solamente siento que muchas veces nos centramos en cumplir nuestros objetivos pasando de largo muchas cosas que son importantes, como por ejemplo: "No vivimos solos en esta tierra y si nos apoyamos mutuamente claramente todo es mejor". ¿Qué pasa con aquellos que no tienen esa misma fuerza, energía, oportunidades, "suerte"? ¿Por qué no nos detenernos un momento en nuestra maratón personal y tender una mano? ¿Acaso tú tienes todo comprado para asegurar que algún día no necesitarás ayuda?
Ellos eran unos indigentes a los cuales ayudamos a operar su perrito. El amor que le tenían a sus animales era maravilloso. Ahí se ven llorando por la partida de Yerko a la veterinaria. =) Ahí comenzó todo.
¿Se han dado cuenta de la energía que se genera cuando un país se vuelca a colaborar ante alguna desgracia? Obviemos a aquellas personas que se aprovechan de eso y centrémonos en lo que creo y espero somos mayoría. Ante una catástrofe, en el caso de Chile, la unión transforma el ambiente. Se respira compasión, empatía, hermandad. ¿Qué pasaría si cada uno de nosotros hiciera un acto de amor por otro ser diariamente? ¿No se respiraría en el mundo aquella hermandad?Muchas veces he sido criticada por lo que realizo con los animales. He sido juzgada por detenerme ante un perro enfermo, hambriento o con frío. He sido juzgada por sacar del abandono a gatitos y después darlos en adopción. Me han llamado loca, obsesiva y muchas de esas veces siento que si hubiera sido drogadicta o alcohólica sería menos apuntada con el dedo e incluso más comprendida, lo impresionante que personas que son mi familia han afirmado que si hubieran sabido de antemano que yo sería así me hubieran hecho un tratamiento psicológico. ¡Agradezco que no lo hicieran! Mi único pecado, como el de muchos, es querer ayudar y aportar un grano de arena a este cambio que todo el mundo espera. Entonces decidí que quería involucrar a las personas en esta ayuda, aunque ellos no sean conscientes de ello y formé Gestión Animal Chile (que en los próximos días cambia de nombre e imagen a Animalísima) en donde me centro a organizar talleres a beneficio de causas animalistas. Así ayudo con mi labor, la profe que dicta el taller ayuda con sus conocimientos y las niñas que asisten ayudan asistiendo y donando alimento o lo que se necesite: Resumiendo, no solamente ayudé yo, ¡sino que 20 personas más!
¡Último taller que realizamos el pasado 17 de junio a beneficio de gatitos!
No soy ni la Sor Teresa de Calcuta ni nada, no quiero tirarme flores, solamente quiero hacerles notar que ¡es tan fácil ayudar amigos! ¡Es cosa de hacerlo y ya! Los invito a que desde donde estén leyendo comiencen a mirar al lado y ver quien puede necesitarlos. No es necesario tener dinero, sino ganas de mejorar la situación de otro ser, ¡sea humano o animal!Haz tu pequeña acción y enséñale al resto a no temer, ¡a seguirte!
¡BENDICIONES!