Los personajes que narran la historia son ficticios, la historia, disculpen los recursos empleados, escrupulosamente real.
Diario del teniente S. Miljock del ejército Serbio
23 de Julio de 1914
El mundo se parece engullirnos. Hace menos de un mes que ocurrió la tragedia y la tensión es insoportable. El día 28 de Junio, Vidovan, y aniversario de nuestra caída ante el fuego turco en 1389, el díscolo heredero del tirano Habsburgo, decidió presentarse en Sarajevo, otro símbolo más de su arrogancia familiar.Pretendía pasearse victorioso después de realizar unas maniobras militares. Todos sabíamos que incluso en el cuerpo, la gente conspiraba, y no puedo en conciencia, olvidar las veces que des-oí lo que podía suceder. Pero todo se fue de las manos.al parecer el grupo Mano Negra, con ayuda de algunos de nuestros camaradas, estaban organizando la muerte del príncipe. Ya habían actuado así con Alejandro I y las provocaciones imperiales insuflaban ira suficiente para hacer cualquier cosa. Siete jóvenes, mal entrenados, armados por nosotros con pistolas belgas que ni siquiera podían disparar se colocaron en el desfile. Su primer intento falló, y tan solo un par de policías fueron heridos, pero el príncipe no iba a detenerse. El conductor, Franz Urban, nervioso, se equivocó de camino, se metió en un callejón sin salido y allí, hasta aquellos inútiles podían acertar.
Y lo hicieron. Francisco Fernando y su mujer se desangraron camino al hospital.
Los jóvenes en cambio, que pensaban que habían salvado la patria no reaccionaron. La policía los cogió rápidamente, y sinceramente, fue lo único que les salvó de un linchamiento popular. Todos sabíamos lo que significaba aquel asesinato.Incluso con nuestros camaradas rusos cada vez más fuertes en el Este, amenazando a los Alemanes, los austríacos tenían poder más que suficiente para masacrarnos.El interrogatorio a los jóvenes resultó más angustiante aun. Tras apretarles un poco las tuercas, uno de ellos lo soltó todo, entre otras cosas la participación de Dimitrievic en el complot. La situación empeoraba por momentos, ya era oficial, el ejército serbio había participado en el atentado y eso nos ponía a todos en peligro.
Los dos días siguientes al asesinato fueron un infierno. Los rumores sobre el inminente ataque de Austria carcomían la ciudad. El día 30 de junio el kaiser alemán declaraba que había que acabar con el asunto serbio lo antes posible y sin embargo, el día 5 de julio partía en su velero a unas jugosas vacaciones. ninguno entendíamos nada y los dos cuerpos de ejército austriacos situados en Bosnia no ayudaban a nuestra tranquilidad.
Pero seguíamos esperando.
Desde la inteligencia se las apañaron para enviar un informe a Viena que desligaba nuestro gobierno del atentado el día 13. La indecisión del emperador y el poco ánimo inglés por la guerra parecían darnos esperanzas. Los rusos negociaban también con los franceses y los alemanes. En Viena continuaba el debate.
Para nosotros la espera acabaría pronto.
Acabamos de leer la respuesta del gobierno austríaco y todos sabemos, que si aceptamos habrá guerra y si no, dios sabe que pasará.