Revista Sociedad

La Iglesia cambia el nombre de "Mezquita de Córdoba" a "catedral de Córdoba"

Publicado el 29 mayo 2013 por Magrebies

La Iglesia ha reducido a su mínima expresión cualquier referencia a la identidad islámica del templo, denominado oficialmente solo Catedral

Pongamos que usted es un turista que visita Córdoba. Pongamos que como la infinita mayoría que visita Córdoba usted quiere ir a la Mezquita. ¿A qué otro lugar de la milenaria ciudad, si no? Haga un ejercicio de agudeza visual. Entre en el Patio de los Naranjos. Abstráigase de la belleza del lugar, de la humedad, de los pórticos y de lo que espera encontrarse cuando entre en la Mezquita. Una vez dentro del Patio de los Naranjos, intente encontrar por algún lado y bien visible la palabra Mezquita. No le dedique mucho tiempo. No lo conseguirá.
Diríjase a las taquillas, donde si no es cordobés tendrá que pagar ocho euros para poder entrar en la Mezquita de Córdoba. Sepa usted, antes de nada, que esos ocho euros no tributan y no tienen, por tanto, IVA, ya que el Cabildo Catedralicio, propietario de todo el edificio, contempla estos pagos como un “donativo”. Una vez en las taquillas, tampoco encontrará referencia alguna a la Mezquita de Córdoba. Al contrario, unos grandes carteles le advertirán de que usted va a entrar en la “Catedral de Córdoba”, que, por tanto, usted tendrá que respetar que entra en un lugar de culto, no vestir ropas demasiado ligeras ni cortas y, ni se le ocurra, hacer cualquier cosa que pueda resultar ofensiva a la fe católica. Sepa usted que en marzo de 2010 hubo un grave incidente en el interior cuando un grupo de musulmanes austríacos se postró ante el Mihrab para orar. Los guardias de seguridad trataron de impedirlo, lo consiguieron, los sacaron a empellones del templo y, luego, les denunciaron por agredirles. Un juez cordobés los acaba de absolver. A los austríacos.
En 2010 hubo un grave incidente en el interior cuando musulmanes austríacos se postraron ante el mihrab para orar
Después de adquirir su ticket, diríjase a la entrada. Tras los dos guardias de seguridad que custodian la puerta hay unas guías de mano para facilitar la visita al templo redactadas por el propio Cabildo en varios idiomas. En la portada, como comprobará, no aparece la palabra Mezquita. Al contrario, usted está siendo informado de que está entrando en “La Catedral de Córdoba. Testigo vivo de nuestra historia”. La foto no está ilustrada con los archifamosos arcos de la Mezquita. No. La foto es el crucero de una catedral construida a mediados del siglo XVI en el interior de la propia Mezquita.
Siga haciendo un ejercicio de agudeza visual. Empiece a leer la guía. No será hasta la segunda línea del quinto párrafo cuando pueda leer la palabra Mezquita. Antes, habrá tenido que leer, otra vez, que lo que va a ver es una catedral, que desde 1236 el lugar está consagrado al culto católico y que antes que catedral -y Mezquita- el lugar fue ocupado por una basílica cristiana -de San Vicente- de origen visigodo. Y que ésta fue “derribada” tras “la irrupción islámica en Córdoba”. Entonces, la guía inicia un capítulo titulado La Intervención Islámica que, ahora sí, explica cómo fue la construcción de la Mezquita de Córdoba. Este capítulo apenas contempla cinco párrafos sobre una publicación de ocho páginas que todos los años se llevan en la mano cerca de 1,2 millones de turistas.
Pero no siempre fue así. En 1981, los centenares de miles de turistas que visitaban el lugar recogían una guía titulada Guía Breve de la Mezquita-Catedral de Córdoba y traducida al inglés, al francés y al alemán. Esta guía era histórica y estaba financiada por el Monte de Piedad y Cajas de Ahorros de Córdoba -la antigua Cajasur-.  En noviembre de 1984, la Unesco usó el término The Mosque of Córdoba en su reunión en Buenos Aires en la que catalogó el edificio como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Pese a ello, el Ayuntamiento aprobó una ordenanza en la que inscribiría todos los carteles informativos de la ciudad que se refirieran al inmueble como Mezquita-Catedral.
En 1998 se edita un nuevo folleto, que ya se titula Guía breve de la Santa Iglesia Catedral de Córdoba. Antigua Mezquita de Córdoba. Entonces, empieza a cambiar el orden de los factores. Donde antes ponía Mezquita, ahora pone Catedral antigua mezquita -en minúscula- y poco más. Hasta que se edita el folleto actual, en el que el topónimo Mezquita casi llega a la desaparición.
‘EL ALMA DE CÓRDOBA’, UN ESPECTÁCULO CON POLÉMICA
Durante toda una década, Ayuntamiento y Obispado estuvieron discutiendo un proyecto turístico -que dispone de 1,5 millones de euros de fondos públicos- para abrir la Mezquita por las noches. El proyecto consiste en un espectáculo de luz y sonido en el que se proyectan vídeos en los muros y se ofrece una explicación histórica. El proyecto estuvo bloqueado, principalmente, por el guión. El Cabildo se negaba, en redondo, a recrear el periodo islámico en la Mezquita con ayuda de los efectos especiales de la luz y el sonido. Los fondos, que gestionaba el Ayuntamiento -gobernado por IU en coalición con el PSOE-, procedían de una subvención concedida por el Ministerio que si no se usaban habrían de ser devueltos. Al Ayuntamiento le entraron las prisas y le dio el visto bueno a un proyecto que ha suscitado una crítica amplia entre los historiadores.
Antonio Chaves y Virginia Luque, arabistas, historiadores, profesores universitarios y expertos en patrimonio, denunciaron en 2010, apenas unos meses después de que se pusiera en marcha el espectáculo denominado El Alma de Córdoba, que se había borrado todo lo andalusí. “En la visita, hay un interés manifiesto por obviar la personalidad propia de la Mezquita, como representación clara del arte y cultura andalusí. Se enfatizan las influencias helenísticas, bizantinas, sin llegar a afirmar que la personalidad propia de la mezquita de Córdoba reside justamente en haber reinterpretado todas estas influencias, fundiéndolas en un arte con personalidad propia, que será referente en el mundo islámico”, decía Antonio Chaves.
“Ojalá sepamos hacer de la Catedral cada vez más un lugar de evangelización también para los turistas”, afirmó el obispo
El propio presidente del Cabildo Catedralicio y gran custodio de la esencia cristiana en la Mezquita llamó “catequético” al guión del espectáculo. El polémico y ultraortodoxo obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, no se esconde. Hace unos meses, en la programación pastoral del año, escribía sobre la Mezquita: “Este edificio es el que nos identifica hoy como ciudad única en todo el mundo. En esta Catedral, la Iglesia tiene un potencial enorme para la nueva evangelización, si, además del esplendor del culto católico cada día más cuidado, sabe convertirla en atrio de los gentiles, es decir, abre sus riquezas interiores espirituales a los miles de visitantes que acuden a nuestra ciudad fascinados por la belleza de este templo, aunque no sean creyentes. La Catedral de Córdoba (antigua mezquita) es un lugar de atractivo turístico. Ojalá sepamos hacer de ella cada vez más un lugar de evangelización también para los turistas, como se ha logrado en gran medida con el programa de visitas El alma de Córdoba y como podrá lograrse con nuevas iniciativas”.
andalucesdiario

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