La iglesia católica se prepara para ocupar espacio en la educación y los medios de comunicación en Cuba

Publicado el 23 noviembre 2016 por Yusnaby Pérez @yusnaby

Para nadie es un secreto la influencia que tiene hoy el Vaticano en las decisiones del régimen de La Habana. Un pedido del Santo Padre pone de rodillas a los dictadores de La Habana,  quienes desean ser perdonados en la última entrada del siniestro juego de béisbol al que han sometido a los cubanos durante años.

Los dictadores dan señales a la Iglesia Católica desde todos los sentidos. En un tiempo parecía que las denominaciones protestantes eran mejor vistas por el régimen. La imagen de los Pastores por la Paz rompiendo el bloqueo se encargaba de despejar las dudas, pero ya no es Fidel el máximo líder, los evangélicos no han tomado parte en las negociaciones más recientes y aunque la buena voluntad siga en el corazón de estos creyentes las buenas intenciones no bastan en tiempos de crisis.

Aprovechando todas estas oportunidades la iglesia católica está ocupando espacio en la sociedad cubana. Las recientes declaraciones del Papa Francisco en las que alude una comunión de pensamiento entre comunistas y cristianos ha sido como un bálsamo que Fidel Castro en las noches se frota en sus articulaciones.

Todo esto sin descontar cuanto agradece el régimen el apoyo que da la iglesia en las negociaciones mediadoras entre los opositores y los chavistas en Venezuela.

Pero los católicos en Cuba van por más. El Arzobispo de La Habana ha dado un anticipo, asegurando que la iglesia cubana necesita meterse de lleno en la vida de los cubanos a través de la enseñanza educacional y de espacios en los medios de comunicación.

De esta manera sería la Iglesia Católica la única que forme parte del sistema de educación de la isla, que está muy necesitado de revitalizar su rol y que llora ante los ojos de Dios por la falta de maestros en las aulas. No sería para nada descabellado ver como este impulso alivie la crisis aguda que afronta el Ministerio de Educación en Cuba. Ninguna otra denominación está en condiciones de hacerlo en estos momentos, especialmente porque no disponen de la relación tan directa con el gobierno.

Si estará o No el régimen dispuesto a aceptar este tipo de colegios como antes de 1959 eso está por verse.

La presencia de la iglesia en los medios es algo también difícil. Sobre todo por la revisión absoluta de los contenidos en todos los medios oficiales, aunque algunas fuentes consultadas no descartan que se haga más habitual la presentación de misas y celebraciones habituales, algo que al parecer se viene discutiendo para que forme parte de una televisión y una radiodifusión cada vez más alejada de las esencias de la cabalidad y menos aceptada por el público en general.

Ver para creer.

Con información de Cubanet.

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