La iglesia de San Juan de la Palma (5): el Retablo Mayor.

Por Sevilladaily
El retablo del altar mayor de la iglesia de San Juan de la Palma no es el original de la misma, sino uno proveniente de la iglesia de San Felipe de Carmona en el año 1959 y se estima que es una obra fechable hacia el último tercio del siglo XVIII, cuando fue tallado por Francisco González Guisado en 1.777, en estilo rococó. 
Para adaptarlo a su nueva ubicación hubo de ser ampliado, restaurado y dorado, labor que corrió a cargo de Francisco Ruiz Rodríguez.
El retablo consta de banco, un solo cuerpo divido en dos por una cornisa y ático. En su camarín central se encuentran las efigies de Nuestra Señora de la Amargura y san Juan Evangelista, obras documentadas de Benito Hita del Castillo de 1.760, excepto el rostro de la Virgen que es obra anónima anterior, de principios del siglo XVIII. A los lados del camarín, se encuentran las imágenes del Niño Jesús y San Juan Bautista, obra de Francisco y Gaspar Dionisio de Ribas. En ellas, hay que fijarse en el movimiento de los ropajes y la peana en forma de nube con querubines. El Niño Jesús llegó a procesionar en el Corpus Christi. En la parte alta del retablo, hay una escultura dieciochesca de Juan el Bautista.
Anteriormente a este retablo actual, había otro retablo llamado "retablo de los Santos Juanes" que, actualmente, se encuentra en la parroquia de los Sagrados Corazones de San Juan de Aznalfarache. Sin embargo, fue realizado originariamente para la iglesia de la calle Feria. La arquitectura del mismo fue encargada a Miguel Cano en 1634; las esculturas a su hijo Alonso Cano, y las pinturas al pintor, Juan del Castillo. Se terminó de hacer en 1638 y, en él, hay cinco grandes pinturas, tres dedicadas a San Juan Bautista: nacimiento, bautismo de Cristo y predicación, y dos a San Juan Evangelista: su visión en Patmos y el martirio en una tina hirviente. En el camarín, había una imagen de San Juan Bautista, realizada por Alonso Cano, que ahora está en el Museo Nacional de Escultura. En 1710, fue trasladado este altar a la iglesia del convento de San Juan de la localidad aljarafeña.

En la parte alta, hay un Crucificado, que posiblemente formara parte de un Calvario. Es obra de comienzos del siglo XVI, en la que se pueden ver todavía datos de la escultura gótica. Encima del camarín central, hay una cabeza del Bautista sostenida en un plato por dos ángeles. Las pinturas de Juan del Castillo tienen mucha fuerza compositiva y un cromatismo original. El artista se formó en la última parte del siglo XVI con tendencias tardías del manierismo, reforzado con el estudio de grabados y estampas. A pesar de ello, a partir de la segunda década del siglo XVII, su arte evolucionó hacia un íntimo naturalismo, con cierto carácter descriptivo y cromatismo más cálido. 

Como hemos podido ver, dos grandes altares mayores forman parte de la historia de la iglesia de San Juan de la Palma: uno de ellos se puede contemplar en la localidad de San Juan de Aznalfarache y, el actual proveniente de Carmona, cobija todo el año a la Virgen de la Amargura.









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