La fachada del lado de la Epístola presenta los paramentos lisos de este muro en el que se abre un solo vano de luz a la nave, una portada, la capilla de la Exaltación y la torre. La portada, realizada en ladrillo, cuenta con una estructura simple, presenta un vano apuntado enmarcado por una especie de alfiz. Junto a ella se sitúa la capilla de la Exaltación, adosada a la torre también se manifiesta al exterior, sus paramentos están construidos en ladrillo limpio en donde se abren estrechas ventanas, dos a cada lado, enmarcadas por arcos de herradura apuntados con sus alfices y a su vez por una moldura geométrica. La cubierta está formada por una azotea con su pretil en el que se aprecian el volumen de la bóveda.
El interior es de machón central, utilizándose en la cubierta del hueco bóvedas esquifadas rectangulares, ochavadas y de arista, formada por dos cañones apuntados, elementos estos que evidencian una construcción del siglo XIV. Ademas, según afirma el arquitecto y ensayista español Fernando Chueca Goitia, en su obra "Historia de la arquitectura española", la mayoría de estas torres del gótico-mudéjar sevillano no proceden de época musulmana, son cristianas.
La caja de escaleras hasta una altura de tres metros es cilíndrica, haciéndose después de sección cuadrada.
Los paramentos del edificio se muestran encalados en varios tonos, en las fachadas del ábside y laso del Evangelio se presentan en amarillo albero y los elementos estructurales horizontales y verticales en rojo almagra; los paramentos del lado de la Epístola encalados en blanco al igual que los de la fachada de los pies, mientras que las portadas, capilla de la Exaltación y torre se muestran la primera en piedra, y el resto en ladrillo.
La torre de la iglesia de Santa Catalina, según parece procede del alminar de la mezquita original, que con pocas transformaciones se adapta para campanario, pero a diferencia de otras torres no se le construye un remate con un chapitel azulejado con un remate o veleta cristiana, sino que mantiene sus almenas y sus arcos de herradura. Parece que en Santa Catalina se mantiene el carácter defensivo con almenas y escasos huecos, probablemente por su situación en la muralla. Sigue leyendo >>>