El retablo renacentista sería sustituido por un interesante retablo dieciochesco, realizado entre 1745 y 1748, atribuido a los escultores Pedro Duque Cornejo y Felipe Fernández del Castillo. A pesar de la impronta barroca del retablo, su estructuración sigue la línea del anterior, al seguir utilizándose los dos cuerpos, tres calles y ático que presentaba, sin llegar a matiz rococó.
Una nueva producción escultórica se le añadiría al nuevo retablo, especialmente en la calle central, donde se ha situado una imagen del Sagrado Corazón de Jesús. Se añadirían en el primer cuerpo las imágenes de Santa Bárbara y Santa Teresa, de bulto redondo, obras de taller de siglo XVIII.
El bulto de San Leandro estaría en el centro del retablo y en el ático un grupo de bulto redondo barroquista que representa la aparición de Cristo y de la Virgen a San Agustín. La figura del Padre Eterno preside todo el conjunto. Los antiguos relieves de Jerónimo Hernández serían situados en las calles laterales del nuevo retablo, quedando las escenas del Bautista de Cristo y la adoración de los Reyes a la izquierda y la Flagelación y San Agustín, a la derecha.
En el ático se situarían las representaciones de la Asunción de la Virgen, a la izquierda y la oración en el Huerto, a la derecha.Sigue leyendo >>>