La Conferencia Episcopal Venezolana acusó este miércoles 2 de abril al partido en el poder y al presidente Nicolás Maduro de tratar de imponer un “gobierno totalitario” en Venezuela, lo que ha alimentado las protestas opositoras que cumplen casi dos meses, con saldo de 39 muertos. El origen de las protestas es “la pretensión del partido oficial y autoridades de la República de implantar el llamado plan de la patria (creado por el fallecido presidente Hugo Chávez), detrás del cual se esconde la imposición de un gobierno totalitario”, dijo monseñor Diego Padrón, presidente de la Conferencia. Padrón lamentó en rueda de prensa la polarización política que se ha agudizado en Venezuela tras una serie de manifestaciones antigubernamentales iniciadas por estudiantes el pasado 4 de febrero y a las que se han sumado los partidos opositores para denunciar la inseguridad, la inflación de 57%, la escasez de alimentos, la represión policial y la detención de opositores. Lo que está ocurriendo en Venezuela es “sumamente grave tanto por su magnitud (...) como por su duración, violencia y nefastas consecuencias para nuestro presente y futuro ” , añadió Padrón, quien rechazó la “ criminalización de la protesta ciudadana” y la violación a los derechos humanos. “Denunciamos la abusiva y desmedida represión contra ellos (los manifestantes), las torturas de que han sido objeto muchas de las personas detenidas y la persecución judicial a los alcaldes y diputados contrarios al oficialismo (...) El gobierno se equivoca al querer resolver la crisis por la fuerza, la represión no es el camino”, añadió.
Las protestas opositoras han dejado 39 muertos, más de 550 heridos y más de 150 personas permanecen detenidas, entre ellos el líder del partido opositor Voluntad Popular, Leopoldo López, y dos alcaldes opositores que fueron destituidos de su cargo.