La ignorancia puede ser mortal

Publicado el 26 marzo 2021 por Belduque
Hay personas que no les interesa saber la verdad, solo les interesa creer lo que ellos quieran, y así permanecer en una muy cómoda pero insana ignorancia. Dicen que la ignorancia es muy placentera, pero puede ser mortal. El “mundo del misterio” es un campo muy fértil para esas cosas “paranormales” que pueden tener una explicación sencilla, pero que a varios no les interesa, incluso les incomoda si se las dicen.

El científico Stephen Hawking señalaba que el universo fue creado gracias a las leyes de la física y de la gravedad, no por un dios. Aunque como todos deberíamos de saber, la materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma. Siempre tiene que haber algo previo para que forme algo. Me recuerda el experimento de Stanley Miller, del cual, según muchos, estuvo a punto de generar alguna forma de vida. 

Pero ¿qué es la vida? La vida se puede definir pragmáticamente como el fenómeno o proceso que se da en un organismo biológico que le permite mantenerse funcionando por si mismo de manera independiente.    

Bueno, pero eso ya se lo dejo a los especialistas en biología y cosmología, esas bellas ciencias que estudia, la estructura de las formas de vida y la evolución del universo considerado en su conjunto. Esto me hace recordar eso de que “el mundo es mucho más grande y más amplio de lo que nuestra vista nos puede mostrar”. Y todo en si tiene su propia explicación, su lógica y su razón, aunque nosotros la desconozcamos.

Pero en esta sana búsqueda de explicaciones, de pronto uno se topa de pronto con gente de mente algo torcida que busca “desmitificar” una explicación racional, que está plenamente verificada de manera sustentable, con tal de seguir defendiendo un mito o un fraude. 

Es como el cuento de los cropcircles, que aunque es un fraude muy artístico, que ya ha sido plenamente desenmascarado, que se ha corroborado las explicaciones racionales sobre ellos, demostrando que los que son bellos diseños son en realidad obras de arte hechas por grupos de personas bien organizadas, y los amorfos que aparecen esporádicamente en los campos son efecto de la naturaleza. De hecho eso de los círculos de las cosechas sigue siendo un gran negocio turístico en Inglaterra, y para algunos “ufólogos”.

Esto me recordó que allá en el 2010 el artista Chris Oakley realizó un video de un aparente platillo volador sobre una playa. Sólo era una obra de arte, un video artístico, no era para nada una evidencia de un fenómeno; pero surgieron varios ufólatras diciendo que era una evidencia de una nave extraterrestre y demás cosas por el estilo. 

Como lo dijo hace tiempo el investigador del fenómeno ovni Leopoldo Zambrano, “uno les informa que solo es un video de un artista, pero los fanáticos alegan que solo es una opinión”. Pero esto no es sólo una opinión, es la realidad. No era un ovni ni una nave extraterrestre, era una imagen manipulada artísticamente. 

Pero así sucede con muchas imágenes que se demuestra que son creadas por computadora, y que luego los fanáticos de conducta irracional toman como estandarte en sus “argumentos”. Por actos como esos, cometidos por los pseudo-ufólogos o pseudo-investigadores, la gente común no le interesan temas como estos, e incluso no ve con seriedad temas como la astrobiología y la investigación espacial, que sí nos podría acercar con los verdaderos extraterrestres, en lugar de perder el tiempo con la “exopolítica” que solo es una campaña de desinformación intoxicante plagada de falacias y sofismas. 

Pero eso ya es tema para otro artículo. Que todos tengan una muy bella y desmitificante noche.

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