La imagen de la derrota, Cake Minuesa y un ejercicio de solfeo

Publicado el 06 enero 2014 por Frink

Ahí tenemos la imagen de la derrota, lo podrán disfrazar del color que quieran pero una expresión de la cara vale mas que mil palabras. Estas personas de la imagen, que tanto han despreciado los derechos humanos, se han cansado de estar en la cárcel. Sus caras lo demuestran, el tiempo pasa muy rápido y estar 20 años en la cárcel, porque unos dirigentes por encima tuyo te lo exigen es muy duro. Si a esto le sumamos la total indiferencia de una sociedad por lo que te pasa, es aun mucho peor. Imaginense, una pequeña parte de la sociedad te exige que estés en la cárcel, mientras ellos viven fuera con total normalidad, con su familia, viendo crecer a tus nenes, de tintos... Luego cuando sales de la cárcel, te das cuenta que todo sigue igual y que todos los años que has pasado en ella no ha servido para nada y no eres el héroe que pensabas ser sino una persona con gravísimos delitos contra la humanidad.
Felicitar a Cake Minuesa, a esa ceremonia no tenía que haber asistido ningún medio ya que no se admitían preguntas, ¡Ya vale de tanta manipulación!, es triste que nos tomen a los medios como simples voceros. ¡Los medios no somos los voceros de nadie!, si quieren que seamos voceros que lo paguen.
No entendemos que ganan los medios asistiendo a este tipo de actos, muy bien Cake Minuesa otra vez le criticaremos pero cuando hay que aplaudirle lo hacemos muy a gusto. Si algún medio critica su actuación debe sentarse y reflexionar seriamente su situación. Ahora mismo que un periodista pregunte es querer tener protagonismo.¡Qué triste!
Nosotros le podemos responder a Cake Minuesa, nos tienen mucho miedo, mas bien pánico, nuestros dirigentes no se atreven a dar la cara, no serían capaces de aguantar tres preguntas. Una persona que desprecia los derechos humanos es fuerte mientras la sociedad le tiene miedo, en cuanto la sociedad le pierde el miedo son ellos los que pasan a la situación de miedo. Lo que hacen falta son los medios que pregunten, sin ningún miedo, que den ese paso, de ellos es el futuro del periodismo.
Les dejamos con un ejercicio de solfeo.