A quienes estuvisteis en la charla "Dinosaurios en el tebeo español hasta 1978" que organizamos el 24 de marzo de 2022 en El Dinosaurio Todavía Estaba Allí... de Lavapiés, dentro del ciclo de conferencias conmemorativas del XII Aniversario de Koprolitos, el contenido de este póster no os será del todo desconocido...
“Aunque los primeros descubrimientos de dinosaurios en España datan de finales del siglo XIX, hasta mediados de la década de 1910 no se realizó un estudio activo del material fósil asignado a vertebrados mesozoicos. Tras la Guerra Civil española, la ciencia en general y la paleontología de dinosaurios en particular entraron en una etapa oscura y no se recuperarán hasta el actual régimen político, establecido en la Constitución de 1978. Durante la dictadura franquista, de 1939 a 1975, a pesar de la publicación de varios tratados y estudios sobre paleontología, había que buscar en los medios de comunicación la fuente de las pocas nociones que la población podía adquirir sobre los dinosaurios. En el presente estudio se analiza la presencia y el imaginario de estos animales del pasado en más de cuatrocientas cincuenta páginas publicadas en tebeos españoles. La interpretación de los dinosaurios y otras criaturas extintas que proyectan este tipo de publicaciones durante esa época es un reflejo de la dificultad a la hora de obtener documentación paleontológica fiable por parte de los artistas. De esta forma, los dibujantes terminarían prescindiendo de cualquier rigor científico, recreando la apariencia de estos animales como su imaginación sugería. La mayoría encajaría en la categoría de monstruos, con aspecto y costumbres estandarizadas: carnívoros (lo que incluiría a ornitópodos y saurópodos) de dimensiones mucho mayores de lo que nos muestran los fósiles y rasgos agresivos como cuernos, placas dorsales, colmillos y garras afiladas. El desconocimiento paleontológico no fue obstáculo para que los autores introdujesen en sus historietas a dinosaurios que, con frecuencia, presentaban características de otros animales y, cuando era necesario, no tenían problema en bautizar especies que nunca existieron, como el “Quelonsaurio” (cruce de tortuga y dinosaurio de Purk) o el “Tritonsaurio” con colmillos de tigre y pezuñas de caballo de El Puma”.
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