La fotografía fue tomada por Kevin Carter. Se trata de un niño sudanés famélico en compañía de un buitre al acecho. La imagen fue publicada por primera vez en el New York Times, el 26 de marzo de 1993. Carter se suicidó tiempo después de recibir el Premio Pullitzer.
“Sólo podía dar un par de pasos seguidos, y luego se sentaba un momento, después
de un rato tenía que usar sus manos para levantarse de nuevo y sus piernas se
abrían y su cuerpo batallaba”, dijo el fotografo.
Tiempo después, un equipo de periodistas investigó la historia detrás de la famosa foto. Descubrió que el niño se llamaba Kong Nyong y sobrevivió varios años. El niño tiene en la foto una pulsera blanca. Esa pulsera es la identificación que el fondo para la alimentación de Naciones Unidas le había colocado para su registro. Eso implicaba que ese pueblo y en consecuencia ese niño estaban siendo asistidos por el organismo internacional.
Sin embargo, a pesar de que el buitre no acabó con la vida del niño, como dijo una amiga de Carter, “esa foto probablemente salvó mas vidas que cualquier campaña contra el hambre”.
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