La imagen en el proceso de selección laboral

Por Iñaki González @goroji

La comunicación no verbal, la actitud y la vestimenta son aspectos tremendamente influyentes en nuestra posición social, y por supuesto nos guste o no, en la profesional. Y es que además del desarrollo y nuestras habilidades propiamente profesionales, la manera en la que nos presentamos causa un impacto decisivo.

Cuando queremos postularnos a cierto trabajo, el primer requisito es el curriculum. Por supuesto que su contenido es importante. Mostrar nuestra experiencia y habilidades en las necesidades requeridas es clave para obtener el trabajo que deseamos. Pero cuando competimos con otros candidatos de capacidades similares, nuestra imagen puede marcar la diferencia definitiva, y por lo tanto la manera en que presentamos nuestro curriculum es vital. Actualmente hacer un curriculum online es muy sencillo.

Por lo tanto el primer paso además de tener las herramientas necesarias para el desempeño profesional es captar la atención. Una vez que esto suceda, tenemos la posibilidad de que nos inviten a una entrevista de trabajo y nuestra actitud en esta fase del proceso es también decisiva. No es fácil encontrar el punto medio entre la naturalidad y la seriedad que la situación requiere. La postura durante la entrevista, la interactuación con gestos manuales y faciales, medir las distancias con el entrevistado, las entonaciones, los silencios... y por supuesto la vestimenta, son muy importantes para conseguir nuestro objetivo. Indudablemente no hay ni que decir que la sinceridad es innegociable. Nuestra actitud y la fuerza de nuestro mensaje es muy diferente cuando somos totalmente honestos, o cuando estamos "interpretando un papel".

Hay aspectos que varían dependiendo de la posición a la que aspiremos. Un trabajo en un banco es muy diferente a uno de cuidador de animales, por ejemplo. Por este motivo es muy importante conocer el ambiente laboral y la versión personal que más nos favorece para el trabajo.

A partir de ahí y si somos seleccionados para el puesto conviene no olvidar que nuestra reputación se fragua día a día con nuestra actitud y responsabilidad. Aunque entremos en una zona de confort, debemos seguir manteniendo la exigencia con nosotros mismos. No solamente nuestra presencia física crea la imagen en el entorno laboral, ya que en un mundo cada vez más digitalizado la comunicación online también dice mucho de nosotros. De hecho, mucha gente nos conocerá virtualmente y jamás en persona. Por este motivo, un buen modelo de email por ejemplo es una manera muy importante de proyectar nuestra imagen a diferentes personalidades y departamentos de una empresa. Se estima que se envían una media de 270 millones de correos electrónicos diarios, lo que refleja lo importante que es este sistema de comunicación a nivel mundial.

Las relaciones personales y nuestra participación en los eventos de empresa son uno de los puntos calientes en la actualidad. Las empresas modernas apuestan por actividades que fomenten la unión entre sus trabajadores. La participación activa en dichas actividades puede ser un entorno muy adecuado para expandir nuestra simpatía y las denominadas " soft skills "mostrando nuestro compromiso común corporativo.