La imagen reflejada, la autoría identificable, la creatividad auténtica o la vanidad del autor.

La mayor aspiración de un creador es identificarse con su creación. Ya Alfred Hitchcock hacía sus cameos o apariciones en sus películas de modo habitual. La pintura a tenido a verdaderos genios en este arte, pero la fotografía también a reflejado a la escena y al autor. Aquí he tratado de mostrar sólo unos ejemplos de composición personal entre obra y creador, dos cosas que, a veces, se tiende a olvidar por la obra en sí misma, pero que siempre es fiel reflejo de la personalidad de quién la crea, la imagina y la expone.
(Imagen del cuadro El estudio del pintor, de Gustave Coulbert; Las meninas, de Velazquez; Óleo El taller del artista, de Vermeer; Cuadro Dalí en el espejo, de Dalí;  Cuadro Alegoría de la pintura, del pintor haitiano Robert Luxama (Haiti, 1983); Fotografía de Helmut Newton, Composición desnuda; Fotografía de Helmut Newton, fotógrafo australiano,1920-2002; Fotograma de la película de Alfred Hitchcock Extraños en un tren, 1951; Fotografía de 1907 donde se aprecia al pintor Sorolla pintando al Rey Alfonso XIII en los jardines de la Granja de San Ildefonso; Cuadro de Sorolla, Alfonso XIII, 1907.)