La guerra llegó al departamento de Caldas con todos los fierros a mediados de la década de los años noventa. El empobrecimiento de los pequeños productores campesinos debido a la caída del pacto mundial del café, al cambio en las reglas del mercado internacional y a la transformación del papel del Estado (todo ello como parte del paquete de políticas neoliberales puestas en marcha desde 1989), motivó o exacerbó la presencia de guerrillas y paramilitares cuya confrontación, con la acción activa del ejército, provocaría alrededor de cien mil víctimas.
Los relatos de los sobrevivientes, recogidos por investigadores locales, dan cuenta de modalidades inenarrables de las violencias. La disputa a sangre y fuego por el control territorial de las zonas cafeteras empobrecidas provocó, por ejemplo, que el municipio de Samaná tuviera el mayor número de víctimas en Colombia en función del tamaño de la población.
Una década después de la derrota de las FARC, de la desmovilización paramilitar y de las mutaciones de las organizaciones armadas ahora dedicadas al micro-tráfico y al control territorial local, en el departamento de Caldas se hacen visibles los trabajos de personas y organizaciones sociales que construyeron alternativas pacíficas, silenciosas y discretas en medio de conflictos y violencias: Campesinos e indígenas de Riosucio; sacerdotes, mujeres y jóvenes de La Dorada y Samaná; artistas y gestores culturales de Manzanares y Marulanda han trabajado como mediadores en conflictos y han sido constructores de alternativas para la convivencia en paz.
En La imaginación moral, John Paul Lederach –quizá el más importante experto mundial en resolución de conflictos- narra experiencias de guerras y paces en tres continentes. En cada uno de los casos analizados en el libro aparecen gestos, símbolos, conversaciones, costumbres locales que lograron transformar realidades violentas. En el lugar que ocupan las técnicas para la resolución de los conflictos, Lederach descubre el valor de las serendipias y de los repertorios culturales para detener las guerras. Una cuestión central en el arte de construir paz, señala Lederach, es dejar de ver las situaciones sociales como polarizaciones duales; dicho de forma llana, la política debe superar la diada amigo enemigo para romper con los ciclos de violencia. Los relatos de Lederach están hechos con el mismo material que cargan en los bolsillos los sobrevivientes del conflicto armado en Caldas. Mario Hernán López
Libélula Libros