El peque me sorprende cada día y sobre todo me recuerda que se va haciendo un poquito mas mayor cada día. Este verano, estabamos en el huerto, dando un paseo y viendo el resto de huertos, y de repente me dice...
"Mira mamá, un dragón rosa en el cielo"
Lo mejor de todo es que voy y miro al cielo, jeje.
Ayer estaba en el baño arreglandome para salir, y dice
"Mamá, hay un gorila en la bañera"
A mí me encanta que vaya desarrollando su imaginación, y le pregunto ¿y que hace? ¿se está lavando la cabeza? ¿tiene un juguete?, él me contesta poco porque normalmente ha salido corriendo a jugar a otra cosa.
Como consecuencia de esto, supongo, está empezando a tener miedo a la oscuridad. No entra en una habitación que no tenga luz si no va a compañado. De momento la cosa no va mas allá y espero que se quede ahí. Estos días que ha dormido la siesta con papá, porque está de vacaciones, han jugado con una linterna en la oscuridad, y creo que es una buena forma de perder el miedo. Hacen sombras, cuentan historias o le pide que alumbre cosas, y al peque le encanta. Y si le pides que entre en la habitación a oscuras con la linterna, va encantado.
Lo malo es que anda un poco escacharrada y de vez en cuando se apaga, a ver si le compramos una en condiciones al pobre.