La Importancia De Decirle a Los Pequeños “No” y Cómo Poner Límites Sanos

Publicado el 07 diciembre 2016 por Carlosgu82

Los límites en la vida de un niño empiezan a instaurarse desde los primeros “No” de sus progenitores: “no toques eso”, “para allá no”, “¡no!”, etc.  La importancia de  estas prohibiciones se relacionan con cuidar y protegerlos,  por tanto  enseñarlos a cuidarse por sí mismos. Es importante darle sentido al límite explicándole algunos  motivos, procurando firmeza y amor al mismo tiempo.

Poner  límites está relacionado con  ir marcando rutinas,  horarios específicos y continuos que estructuran  el mundo de su niño,  lo enseñan a organizarse y a sentir seguridad en un entorno estable y confiable que los padres  trazan a través de lo permitido y lo prohibido  para su desarrollo sano.

La dificultad de poner límites también se relaciona con  la dificultad de tolerar la frustración en su hijo  y  de ser la  figura contra la que el pequeño se enojará naturalmente por no poder cumplir todos sus deseos, sin embargo esta labor educativa, aunque es difícil de sostener,  enseñará a su hijo a regular su enojo y frustración, aprenderá a negociar y a aceptar también lo que le corresponde como niño.

La labor de padre incluye también aceptar los sentimientos de sus hijos y asimilar el papel educador y  de figura de autoridad para así ayudar a su hijo a procesar sus emociones y manejarlas de forma más  asertiva.

Un límite adecuado permite el crecimiento, el desarrollo de su autoestima  y de su independencia, al mismo tiempo al pequeño le queda claro su lugar y posición en el mundo que le rodea, su lugar como niño, como alumno y como hijo, sus adultos de referencia y sus figuras de autoridad. Es decir, que el camino es claro, estructurado,  cuidando  de su integridad física y emocional.

Muchas veces los padres se sienten culpables o malos padres, presentan el sentimiento de que han dañado a sus hijos cuando los ven llorar o hacer berrinche por algo que deseaban, por tanto es necesario recordar que sus hijos necesitan aprender a posponer sus deseos inmediatos para madurar y ser independientes, este proceso de posponer o aceptar una negación causa una enorme frustración en sus hijos, pero también marca de forma definitiva el camino para su adaptación social, su independencia, su tenacidad y sus triunfos.

Recomendaciones  prácticas

  • Establecer con los hijos acuerdos de lo que es permitido y lo que no. Es importante dar razones coherentes a nivel del lenguaje del niño. Recordando que siempre habrá cuestiones inamovibles .
  • Poner consecuencias claras cuando se rompen los acuerdos, explicarle al niño por qué su comportamiento no es adecuado y qué se espera de él.
  • Hay que dejarlos experimentar la frustración que convoca el establecimiento de los límites, es necesaria para su propio crecimiento.
  • Haz que no vean los fracasos como algo negativo, no consiste en el todo o nada, sino en aprender de lo que hemos hecho y como lo hemos hecho. Enséñalos a razonar.
  • Evita la sobreprotección y el exceso de permisividad. Es un error pensar que el niño para ser feliz necesita todo lo que quiere.