El maquillaje supone una barrera para el rostro, que debemos retirar cada noche: "Si mantenemos dicha barrera, no dejamos traspirar la piel y los pigmentos se van acumulando, ensuciando la piel y dejándola cada vez más mate y deshidratada", nos confirma la Doctora. Cómo y con qué me desmaquillo A cada piel le corresponde un método y unos productos desmaquillantes adecuados a sus características. Para pieles grasas es conveniente usar geles y para pieles secas se recomienda textura crema. Hay que tener cuidado de no hacer una limpieza excesiva ya que puede eliminar la capa lipídica de la piel y desprotegerla, quedando expuesta a contaminantes y al sol.
Lo ideal es limpiarnos cara, cuello y escote dos veces al día, por la mañana y por la noche. Muchas personas no entienden el por qué de limpiarnos o desmaquillarnos de nuevo por la mañana, la respuesta es muy sencilla: por la mañana limpiamos para eliminar impurezas acumuladas por la noche, retirar las cremas usadas la noche anterior y tener la piel limpia para aplicar las cremas de día.