Ilustración de Javier Pérez
Todos los seres humanos tenemos la capacidad innata de dibujar. El dibujo infantil es una parte fundamental de nuestro desarrollo hacia la comprensión del mundo que nos rodea y todos los niños dibujan, como medio de expresión y como juego. Sin embargo al llegar a la adolescencia algo hace que muchos de nosotros renunciemos a esta capacidad de representación gráfica y es una lástima porque tiene mucha mas importancia de la que le damos.
El dibujo no es exclusivamente una forma de arte. Ante todo es una herramienta comunicativa, un medio para visualizar nuestras ideas, analizarlas, criticarlas, mejorarlas, crear ideas nuevas y compartirlas con otros. Cuando observamos algo con el propósito de dibujarlo, nuestra mirada es mucho más profunda; comprendemos el funcionamiento de las cosas y proyectamos nuestro pensamiento sobre el papel. El dibujo crea la necesidad de estudiar y responder a los detalles, estimulando la imaginación y el pensamiento.
El dibujo es la forma más sencilla y directa de construir mensajes visuales y expresarnos gráficamente. Nadie deja de escribir porque tenga ‘mala letra’ o porque no sea un gran escritor. ¿Por qué aceptar que estos mismos motivos justifiquen el que dejemos de dibujar? Al fin y al cabo escribir y dibujar no son tan diferentes si consideramos que las letras son grafismos.
¿Cómo podemos recuperar la práctica del dibujo?
Es sencillamente una cuestión de práctica. Para perder el miedo a expresarnos gráficamente y adquirir progresivamente mas confianza y destrezas podemos empezar con cosas que nos resulten muy sencillas ¡no tengas miedo a probar! total, ¿quien te está viendo para juzgarte?
Puedes intentarlo con los dibujos a partir de números que tenemos en esta página
Por cortesía de: el clip infinito