No solo por motivos estéticos, sino por la urgente necesidad de cumplir la normativa vigente, la limpieza de terrenos, solares y demás propiedades baldías o de cualquier tipo de uso, es una obligación que recae sobre los propietarios y propietarias, quienes deben conocer las diferentes normativas definidas por las comunidades autónomas o los municipios acerca de la limpieza y mantenimiento de parcelas, fincas y/o zonas verdes, ya sean de recreo o inmuebles sin uso determinado.
Normativa sobre la limpieza de terrenos
Según la comunidad autónoma, hay diferentes “mediciones” sobre las que tiene que responder un/a propietario/a o “tenedor/ra” de un terreno. Por ejemplo, en Galicia hay un sistema claro de mantenimiento de terrenos, que fija en los primeros 50 metros desde las viviendas o zonas urbanas el mantenimiento directo y permanente del terreno, e incluso ofrece unos servicios de pago por hectárea para que las empresas públicas se encarguen de ello. La finalidad de este tipo de medidas es la prevención, ya que, como popularmente sabemos, dicha región suele ser azotada cada año por incontrolables incendios que han llegado incluso a cobrarse vidas, sin contar con las cuantiosas pérdidas que acarrean.
Poco a poco, en algunos municipios, la vecindad ha ido tomando conciencia de que la existencia de una parcela descuidada no es un problema que compete únicamente a la autoridad local y a la persona propietaria, sino que puede terminar por afectar a las demás propiedades y a las inmediaciones. Por ello es un hecho que cada vez es más frecuente que a los consistorios lleguen de forma diligente las informaciones relacionadas con parcelas descuidadas que requieren atención o notificación por parte de los ayuntamientos (que suele hacerse de forma escrita y con un plazo de un mes) a sus propietarios y propietarias, informándoles de la normativa vigente y notificándoles que, en resumen, deben proceder al desbroce de su terreno.
También existe una normativa en relación al desbroce de parcelas y/o solares, no admitiéndose las “quemas”, es decir, el uso del fuego como herramienta para la limpieza del terreno.
¿Por qué se controla la limpieza de terrenos y solares?
No es una simple cuestión estética o de ornato (lo que se menciona en la mayoría de las ordenanzas de los municipios), tampoco se debe únicamente a la posibilidad de originarse incendios en las épocas de verano, sino que se trata principalmente de una cuestión de salubridad (para evitar la proliferación de ratas, roedores e insectos, entre otros). La salud pública es un reclamo recurrente en las administraciones para legislar mediante leyes, normas e, incluso, bandos sobre la responsabilidad de los propietarios y propietarias de mantener sus terrenos libres de malas hierbas, árboles en mal estado o sin podar y linderos sin vallar, llegando incluso a ser responsables si terceras personas arrojan allí residuos o basura de cualquier tipo.
Es un hecho que, en muchos municipios, las plagas de ratas o los nidos de cucarachas dentro de las casas, provenientes de terrenos descuidados y de donde se acumulan basuras, son un dolor de cabeza para todo el vecindario.
¿Cómo se controla su cumplimiento?
El correcto cumplimiento de las normativas vigentes se controla mediante inspecciones periódicas que llevan a cabo los técnicos y técnicas de los municipios, en las que, ya sea por iniciativa propia o a petición de la vecindad, se asiste para comprobar, tomar nota y recoger pruebas del estado de los solares, parcelas o terrenos sin urbanizar. En los casos en que sea pertinente, se deberá abrir expedientes sobre los terrenos que no estén en óptimas condiciones de conservación y limpieza de acuerdo a la norma.
Multas por terrenos sucios sin podar
Dependiendo de los ayuntamientos, las multas por el incumplimiento de la normativa vigente pueden ir desde las simples llamadas de atención de forma escrita a multas que van de 200 € a 1.000 € para casos leves. También se pueden desplegar funcionarios y funcionarias municipales para llevar a cabo dichos trabajos, cuyo coste podrá ser cobrado al propietario o propietaria en cuestión, hasta multas más cuantiosas que pueden llegar a sobrepasar los 100 000 €.
Por todo ello, es muy importante mantener nuestra vivienda y sus alrededores en perfectas condiciones, así como tener conocimiento de las normas aplicables a casos como las propiedades campestres o terrenos y parcelas sin urbanizar. De esta forma se podrán evitar incendios, situaciones de riesgo para la salud y problemas de mayor calibre que terminen siendo nuestra responsabilidad.