La importancia de la activación mental antes de un entrenamiento o competición.

Por Triatlonsindrafting @trisindrafting

Foto: Eneko LLanos (Facebook)

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La activación mental es una respuesta constante del sistema nervioso y es necesaria para afrontar cualquier acción de la vida cotidiana. Desde que nacemos hasta que morimos se manifiesta dicha respuesta. Aunque se esté en el sueño más profundo, siempre mantendremos un mínimo de activación mental.

El grado de activación a la hora de realizar las actividades varía de unos sujetos a otros,  es un valor subjetivo que no podemos medir de forma objetiva. El nivel óptimo varía de unas personas a otras e incluso un mismo valor varía para una misma persona, dependiendo de la actividad a realizar. Lo importante es la autorregulación del nivel de activación, para así poder conseguir el grado de activación más adecuado y afrontar con mayor garantía la actividad a desarrollar.

La activación puede medirse de forma cuantitativa o cualitativa.

A nivel cuantitativo podemos tener

a)   Alta activación: – Origen positivo: Motivación por el reto.

Gusto por el deporte.

– Origen negativo: Ansiedad.

Hostilidad.

b)   Baja activación: – Origen positivo: Relajación.

– Origen negativo: Desánimo.

Falta de interés.

Exceso de confianza.

Agotamiento.

A nivel cualitativo la manifestación de la activación puede ser

a)   Fisiológica:

– Aumenta: Frecuencia cardíaca, presión arterial, sudoración, respiración, tensión muscular, nivel de adrenalina, azúcar en sangre, metabolismo basal y el colesterol en sangre.

-Disminuye: El riego sanguíneo periférico y la actividad del sistema digestivo.

b)   Mentales: Preocupaciones, incapacidad de tomar decisiones, sensación de confusión, incapacidad para concentrarse, dificultad para dirigir la atención, sentimiento de falta de control, estrechamiento de la atención y desorientación.

c)   Motores: Hablar rápido, temblores, tartamudeo, bostezo, voz entrecortada, imprecisión y precipitaciones.

La activación en los deportes de equipo.

Los deportes de resistencia por lo general tienen un carácter individual  muy alto lo que conlleva que se suela cometer el grave error de no trabajar la activación a nivel colectivo y centrarnos más en la activación individual. En deportes como el triatlón es fundamental este tipo de trabajo. Aún no he visto a ningún equipo de triatlón ganar una Copa del Rey sin el esfuerzo de todo el equipo.

Foto: Tour Down Under 2015.

Lo mismo pasa con el atletismo en la Liga de Clubes y el ejemplo más claro se ve en las grandes vueltas ciclistas donde ningún líder es capaz de ganar una vuelta si su equipo no da el 100% por ayudarle. El ciclista Lance Armstrong durante su carrera deportiva tuvo muy presente que tenía que tener incentivado a su equipo para que dieran siempre el 120% para que él ganase. Este apartado debe de ser tenido en cuenta por todo preparador físico y sobre todo por el director deportivo, que es el encargado de mantener la unidad del grupo e intentar sacar el mayor rendimiento del mismo.

En los deportes de equipo la activación se puede contagiar entre los compañeros  siendo el líder una pieza clave. Su activación es la que se va a contagiar al resto del equipo. Una situación muy clara de este contagio de activación se pudo observar en el Tour de Francia del año 2004, cuando Iban Mayo (corredor del Euskaltel) y que partía como uno de los favoritos para destronar a Armstrong, sufrió una caída en una de las etapas previas a la montaña  perdiendo todas las opciones de victoria. Su equipo al completo se quedó totalmente desorientado y sin saber muy bien lo que había que hacer.

Su director cambió los roles de los corredores con el objetivo de que se marcasen metas personales y de esta manera su nivel de activación se incrementó pudiendo brillar algunos corredores de manera individual en etapas de montaña y media montaña.

Considerando que los deportes de resistencia tiene un componente colectivo, es necesario que sepáis:

–   Las situaciones o estímulos que tienden a influir de manera colectiva en la activación de los deportistas.

–   Saber detectar los signos de activación que pueden existir a nivel de grupo.

–   La relación entre distintos niveles de activación colectiva y rendimiento del equipo. No todos los grupos se activan de la misma forma.

–   Las estrategias más propicias para controlar la activación del equipo.